-NO TE PREGUNTES SI ERES FELIZ, PREGÚNTATE SI HACES FELICES A QUIENES TE RODEAN.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

LA "INVERNAL" ERA DE LAS REDES SOCIALES


Se acabó la partida de tute con la copa Chinchón al lado en mi querido y mugriento bar con dos mirones por encima de nuestro hombro dándonos codazos si no echábamos la carta adecuada. Se acabó.
Mi compañero ya echa esas partidas por internet.  Incluso me ha invitado a ser su pareja virtual y jugar contra no sé quien, uno que tiene un nick como “Vengador” o “Lustroso”, no recuerdo, una estupidez.

Se acabó la cita con mi gran amigo en ese bis a bis que tan lejos nos llevaba compartiendo en un también mugriento banco del parque que nos pillaba a mitad de camino de su casa y la mía ese viaje recién terminado, ese disgusto que le ha dado su hijo adolescente, ese mal momento que está pasando..... se acabó.
Ahora mi amigo me manda un wasab para decirme que está jodido, que está triste, que está alegre, que es feliz, acompañado de unas estúpidas caritas parecidas a unos huevos fritos.
-¿Juan.... nos vemos y me lo cuentas?
-No puedo Ignacio, ando justo de tiempo, luego te mando un email y te lo explico más detenidamente.
Buff…No puedo dejar de pensar que no me apetece leer sus letras en una pantalla acompañadas de esas puñeteras caritas de solecitos tristes y estúpidos monos tapándose los ojos, no puedo dejar de pensar que quiero que me lo diga a voz, como siempre joder, mirándonos ¡Coño como hemos hecho desde niños en esos “benditos bares” que ahora reivindica la bebida negra!

El otro día quedé con mis amigos de toda la vida, con los que quedaba en la cafetería Riofrío de Colón mientras hacíamos pellas, con los que quedaba a "no hacer nada" solo a estar juntos. Con los que quedaba a mirarnos, o a mirar al aire, que más daba, oía su respiración junto a mí. 
No es habitual, pero ese día sucedió. 
Nuestras mujeres de viaje de solteras, estábamos de Rodriguez y decidimos hacernos una barbacoa. Éramos cinco. La barbacoa terminó. Estaba riquísima. 
Llegó la hora de la sobremesa, de la charla, de las risas, de las gracias sobre nuestra condición de Rodriguez o... sobre lo que fuera. No fue así. A los 10 minutos mis cuatro amigos sostenían cada uno un celular en su mano ¿chateaban, buscaban en Internet? no lo sé….tenía sueño, quería madrugar para salir en bici y mis amigos charlaban con sus celulares o igual tan solo estaban viendo los últimos avisos del facebook......me despedí, y triste me fui a dormir. Esa noche no había charla, ni risas, ni bromas. Esa noche tocaba charlar con el celular.

Antes, "tenía" que salir todas las mañanas de un sábado con mi bicicleta para poder ver a mis amigos, para cuando llegara el llano sincerarse conmigo, sincerarme con ellos… me encantaba ¡que tiempos! Ya no es necesario madrugar, desplazarte a un punto a compartir una mañana con ellos. Ahora tenemos un grupo abierto en Facebook, y poquito a poquito, como de rondón, a todos, sin saber porqué ni como, nos han ido surgiendo espontáneas obligaciones para el sábado por la mañana y ya a nadie nos queda tiempo para compartir una mañana juntos ¿Para qué? ¡Ya nos vemos en Facebook y nos contamos lo que sea!... Es que ando fatal de tiempo.

Como leí en un chiste de los que corren por esa maldita a veces red social:

¿No tienes tiempo de echar un par de horas conmigo? ¿Y si no tienes tiempo como coño has llegado al nivel 250 del Candy Crush?
  
Me quedo obsoleto, lo sé, pero mi celular no vendrá a ningún lugar conmigo cuando esté contigo. Si salgo contigo, es para estar contigo, escucharte, mirarte, ver que me dicen tus gestos, ¿Alegría? ¿Decepción? ¿Estás enfadado conmigo? Disfrutar de esa espontánea charla no escrita y revisada antes tres veces por Word y mandándome “caritas” para que interprete tu estado de ánimo. ¡Vaya mierda!

Me gustaría que mi sentimiento fuera bidireccional, que tu celular no interrumpiese lo que trato de contarte, lo que necesito explicarte sin darle al corrector. Que no me digas: disculpa Ignacio que me llama mi mujer en seguida estoy contigo. ¡Joder!, a tu mujer la ves todos los días, incluso de vez en cuando te acuestas con ella, conmigo no… ¡Ya, pero a lo mejor es importante! Ya…..yo pensé, como antes, yo también soy importante.... o lo era.

Ya hace tiempo que no comparto una larga charla, un largo paseo, una encadenada cerveza tras cerveza en nuestro bar, ni siquiera una marcha por la sierra sin que suene un puto celular a romper mi mañana, mi magia, tu compañía y alguien me diga: Espera Ignacio que me llaman…..a lo mejor es importante.

Puto Facebook, puto email, puto wasab y puta falta de discriminación de lo que hay que saber hacer en cada momento.

Cuando estés conmigo no te interrumpirá mi celular porque no es que lo lleve en silencio. Es que no lo llevo. ¿Para qué? El próximo rato es para ti.
Se nos ha ido de las manos. Lo peor no es esto, es que lo sabemos, pero no podemos o no queremos evitarlo. La tecnología ha terminado con el calor de "tú y yo"....nadie más.


sábado, 18 de noviembre de 2017



-Yo tampoco sabía qué coño hacer con el color blanco de los lápices de colores…

sábado, 11 de noviembre de 2017



No sé si tirar la basura o exponerla en ARCO

jueves, 9 de noviembre de 2017

Corren malos tiempos


Los que queremos escapar de cuando en cuando de la urbe para descansar de “la normativa vigente”, nos lo están poniendo muy difícil.

La sociedad en la que nos ha tocado vivir, llena de prisas y agobios, no facilita a los que periódicamente precisamos olvidarnos de la ciudad y su “civilizada” forma de vida, buscar nuevas experiencias fuera de las redes habituales del turismo de hamaca y sombrilla.

La disponibilidad de tiempo en este sistema que “libremente” hemos elegido, no nos permite recorrer grandes espacios si no es en vehículo.

Los que mejor lo tienen disponen de un mes al año. ¿Qué se puede conocer de la naturaleza fuera de los circuitos turísticos en un mes?

Andando, como pretenden los “nuevos ecologistas” podremos recorrer unos kilómetros, de acuerdo. ¿400? ¿600? Y eso acabando con la lengua fuera y pagándonos a la vuelta un buen callista.

En coche, única forma de recorrer amplios territorios en diez días, que es a lo más que aspiramos la mayoría… a los “cachas gordas” no les viene bien que vayamos. Con lo que, ancianos, tullidos, familias con niños pequeños, obesos, los que tengan juanetes, preñadas y demás mortales sin una adecuada preparación, por decreto ley de los intransigentes cada vez van teniendo más obstáculos para poder disfrutar de la naturaleza.


Ésta queda reservada para vagos, cachas, parados, penitentes, hippies, anacoretas y ermitaños.

Esto no es lo peor. Los “elegidos” libremente por el pueblo para jodernos, se hacen eco de estos “coleguitas del campo” y empiezan a atiborrar las hojas del B.O.E. de candados y cancelas.

¡Hemos palmado todos!. En los Picos de Europa no se puede ir ni en bicicleta y según que sitios, ni andando.

La acampada, algo a lo que todos tenemos derecho, pues nadie debe de tener autoridad para impedirnos dormir en el suelo, ha sido prohibida hace muchos años. Al efecto, existen “corralitos” donde bien agrupados nos permiten pernoctar.

A todos estos “protectores” de despacho, que lo más “natural” que conocen es la Casa Campo, parece que se les olvida algo al mirarse al espejo.
¡Que somos animales!

Y como tales, algunos queremos movernos libremente por la naturaleza.¿Qué somos racionales? ¡Pues coño! Por eso vamos en coche.


De acuerdo que hay excesos por parte de algunos trogloditas.

¿Y donde no? Eso no implica que paguen justos por pecadores.

No se prohíbe salir a la calle para evitar que asesinos, asesinen o para evitar a los “conductores suicidas” se nos prohíbe conducir a todos.

Se ha perdido el sentido de la proporción.

Y esto… va a peor.

sábado, 4 de noviembre de 2017


-Nos pasamos la vida esperando que pase algo y al final, lo único que pasa es la vida.