
He
conocido nuevas sensaciones, me ha supuesto visitar media docena de
veces las salas de urgencias, estar parado 2 o 3 meses con diversas
recuperaciones, he adelgazado 16 kilos en este tiempo, me he
fortalecido, soy más optimista en la vida, me ha enseñado a sufrir más
pero acabar orgulloso el día sabiendo que he conseguido mis metas, no me
arrepiento ni de una sola de mis caídas, todas me las he ganado, nunca
por ellas he dudado en dejarlo, me motivaban más a seguir y el próximo
día superar esa maldita piedra que se me resiste, pero eso no es
todo.....

He sentido la velocidad.
El riesgo, que aunque lo he vivido en otras actividades de mi vida, este te mantiene al límite.
La lluvia, perdido en un camino a 15 km. de casa.
Las salpicaduras del barro en mi cara y el golpeteo de las jaras y las carrascas en mis brazos.
La oposición del viento cuando ya voy al límite de mis fuerzas.
La mirada de un jabalí y sus jabatos.
La huida imprecisa y dudosa de un conejo.
El pequeño salto para esquivar una hilera de hormigas.
Observar el lento caminar de un escarabajo cruzando mi camino.
El saludar y ser saludado por un compañero de afición al cruzarme con él.
Algún tronco empeñado en romper mi casco por no calcular al pasar bajo él.
El vuelo por encima del manillar de mi bici.
El aterrizaje a 5 metros de mi bicicleta.
El levantarme inmediatamente dolorido y roto para no preocupar quienes me acompañan, montándome inmediatamente en la bici "caliente" y no sentir el dolor.
Sangrar día tras día, rasgarme mis brazos, el escozor del sudor en mis ojos....
hay tantas cosas que percibir lejos de un sillón.....no eches tu día a perder, prueba lo que el monte tiene para ti una mañana cualquiera, no te hundas en tu sillón.

He sentido la velocidad.
El riesgo, que aunque lo he vivido en otras actividades de mi vida, este te mantiene al límite.
La lluvia, perdido en un camino a 15 km. de casa.
Las salpicaduras del barro en mi cara y el golpeteo de las jaras y las carrascas en mis brazos.
La oposición del viento cuando ya voy al límite de mis fuerzas.
La mirada de un jabalí y sus jabatos.
La huida imprecisa y dudosa de un conejo.
El pequeño salto para esquivar una hilera de hormigas.
Observar el lento caminar de un escarabajo cruzando mi camino.
El saludar y ser saludado por un compañero de afición al cruzarme con él.
Algún tronco empeñado en romper mi casco por no calcular al pasar bajo él.
El vuelo por encima del manillar de mi bici.
El aterrizaje a 5 metros de mi bicicleta.
El levantarme inmediatamente dolorido y roto para no preocupar quienes me acompañan, montándome inmediatamente en la bici "caliente" y no sentir el dolor.
Sangrar día tras día, rasgarme mis brazos, el escozor del sudor en mis ojos....
hay tantas cosas que percibir lejos de un sillón.....no eches tu día a perder, prueba lo que el monte tiene para ti una mañana cualquiera, no te hundas en tu sillón.

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