-NO TE PREGUNTES SI ERES FELIZ, PREGÚNTATE SI HACES FELICES A QUIENES TE RODEAN.

lunes, 11 de agosto de 2025

Dalai Lama, Dalai Pérez

 


¿El Hombre occidental?

Éste no conoce al chino de mi pueblo que pasa su vida en la puerta su garito.

Lo que gana no lo gasta porque en la puerta no hay nada que comprar.

Por no pensar en su futuro vive todo su presente en la puerta cigarro en mano, por lo que no vive ni en pasado, ni en presente ni en futuro. Solo respira. Y fuma. 

Vive como si no tuviera que morir hasta vaciar de cacharros su garito y muere sin haber vivido a más de 3 metros de él.

Y muere con la tienda llena…. y sin limpiar.
Dalai Pérez

lunes, 28 de julio de 2025

Socorro un quejica

 

Si Si te lo cruzas corre. Aunque... te va a da igual. Aunque sea cojo te alcanzará.

 Los quejicas, cada vez más. Y a más edad, peor vamos. Tienen un sexto, séptimo y octavo sentido para encontrar el gusano en la ensalada, el pelo en los macarrones, entrar en el aseo cuando acaba de salir otro de liberar naturaleza. Y por supuesto contarlo (lamentarlo).

 Son los vegetarianos de hoy en día, que es magnífico que vegetaneen al gusto, lo malo, o peor, es cuando reprochan tu dieta, te degüellan al mirar, y si estás en una red social no te vas sin el, "asesino" "depravado" o "consumidor de cadáveres". Te lo llevas bien puesto porque el quejica, además de serlo, ahora no le gusta como ha comido él hasta ese momento. Ya no le va la dieta que llevamos millones de años haciendo y lo pagan con las plantas....y contigo. Por toparte con el quejica.

 El quejica no descansa, está siempre alerta para ver lo que otros no ven y advertirles. No se satisfacen con su propio quejido, lo deben de compartir. Si no es así sufren y se quejan con otro, el primero que topen.


El quejica es un localizador impusivo de barandillas oxidadas, peldaños sueltos, y si es en el Ayuntamiento, acabáramos. Detectan al olfato si hay un árbol en proceso de putrefacción entre cientos y dedican su tiempo libre, y no libre a escribir la oportuna carta a la autoridad competente, desplazarse, contarle al bedel, telefonista, administrastivo y al que tiene delante en la cola (después al de atrás) la tristeza de país en el que vivimos y salir con su copia, bien sellada para luego darte la murga mostrándotela a tí, persona relajada y laxa que hasta ese momento creías ser feliz y pensabas que no te habías metido con nadie para merecer lo que te vas a llevar. Te lo tragas sí o sí.

El quejica está normalmente enfermo, te cuenta lo suyo y que su abuelo también lo tuvo, (será que es hereditario). Te suelta diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y secuelas. No queda satisfecho aún, te pregunta si tú has pasado situación parecida. Da igual la respuesta, no le interesa, es su estrategia natural de enlace para la siguiente queja que te va a soltar y que no debes luchar por evitar. Te la tragas.

El quejica tiene problemas con la alimentación, con la suya y con la tuya. Con el tiempo, da igual si llueve, hace frio o templa, le pilla desprevenido y sufre. Pero no puede sufrir solo, tú también debes sufrir. 

Se queja del gobierno. Da igual cual toque. De los cazadores, los niños que juegan a la pelota, las fiestas de los pueblos que tienen la desagradable costumbre de acabar en petardos y fuegos artificiales y que un día -parecen no darse cuenta- provocarán un desastre, se quejan del perro del vecino que tenía que tenerlo en el garaje, por lo menos por la noche. Del campanario de la iglesia y su insensible badajo, la caca el perro mal colocada, la colilla en la zona niños, los embalses vacios y los que desbordan. Y si no del charco.

Si topas con un quejica, peor aún, si se te cuela en tus redes sociales tendrás que sufrir en hacerle el feo de darle de baja o sufrirlo.

El quejica sanea la sociedad en algunos casos, cumple función. Lo malo es que quiere compartir su sentir contigo.
En fin, este es un sufrido quejido de un quejica.
El quejica de los quejicas.

martes, 15 de julio de 2025

CARPE DIEM

 
Yo nunca entendí a este muchacho y los problemas que tenía con los colores, en especial el blanco y el negro.
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No entiendo que se metiera en una burbuja aislado de los insectos, los protozoos, las amebas y sus amigos, que aunque asquerosos, siempre te daban defensas para que no se te pegue un constipado, y también tiene su aquél pillar algún virus de cuando en cuando y soltarlo como el resto de sus semejantes.
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No entiendo que asomase a su hijo como si fuese una toalla de baño por un balcón.
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No entiendo que montase un parque de atracciones en su casa para rodearse de niños, ya sea para desvirgarlos o simplemente porque les quería hacer felices, que aunque muy feo lo primero, muy chorras lo segundo.
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No entiendo a un tipo que salía con paraguas a la calle para que el sol no le pusiera moreno con lo que le costó pintarse de blanco.
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¿Y al final tanta majadería para qué?

¿Para que se le pare la patata de tantas chominadas que se ha metido y se ha untado para ser un Peter Pan blanquecino, feo, con nariz de gilipollas y peinado como la simia esa amiga del Charlton Heston?

¡Pues vaya gestión de vida que se ha hecho el amigo!

Que descanse en paz, aunque fuera un gilipollas que se ha perdido lo mejor de la vida haciendo el moñas con el maquillaje y el quirófano:

El minuto a minuto.

CARPE DIEM...... y mañana, será otro día.....si llega....y si no llega....me da igual, no me voy a enterar.

lunes, 7 de julio de 2025

Me equivoqué de siglo

 

He llegado tarde lo sé.

Las cosas han cambiado muy rápido y yo no progreso adecuadamente. (NM necesita mejorar).
Antes era suficiente una pelota a medio hinchar, un bolígrafo Bic y un puñado de arroz para dispararle en el cogote al pipiolo de turno o un tacón de zapato para jugar al taco y ganarte un cromo de la colección de los panecillos Bimbo. Para el segundo trimestre una goma y pelotillas y una chapa de Fanta contrapesada con plastilina.

Me he quedado fuera de cacho. Ahora he crecido, y para divertirme me dicen que tengo que adquirir un fin de semana en un hotel con encanto, si no tiene encanto seguro que es un coñazo.

Las agencias te ofertan el plan de tu vida, una noche en un hotel de 5 estrellas de capa caída
(las estrellas y el hotel) que al estar “fuera de temporada" hacen un 70% de descuento y por 90 euros, ¡ofertón! retozas en una cama encantadora, con una encantadora nevera y una encantadora vista a un "páramo protegido" (Léase puto páramo) que incluye un completísimo desayuno "buffet" (mierda de palabra) que no tiene porras, mira que me jode.

El hotel incluye una sesión de espá, -ni zorra si se escribe así- un recipiente a medio camino entre bañera y piscina donde compartir miasmas con tres señoras normalmente obesas, y quizás, obsesión mía en mis pesadillas nocturnas, rebozadas en grasientos ungüentos que flotan en la superficie acercándose repugnantemente. No olvides el estúpido gorro por si algún pelo débil de tu cabeza cae no se acerque de ninguna manera a las orondas señoras como su grasa a tí.

Si el presupuesto no llega para tan egregio hotel, baste con un masaje de barro, ¡si, si, el barro de la calle tras un día de lluvia o el que te puedas encontrar en un descampado! O, dependiendo de tu dolencia, un masaje con miel y esencia de jengibre que el meritorio te pringa (unge) y promete como la solución definitiva para tu estrés, tu incontinencia urinaria o tu acné propiamente dicho, lo mismo da.

La era del frikismo, otra palabreja que nos han encalomado y nosotros que somos receptivos hemos aceptado.

La era de las Blackberry, los Iphone, las cámaras de miles de megapixels que cada año le añaden mil más pero siempre se ve lo mismo. Crema solar de factores del 10 al 100 dependiendo de la costa en la que estés o el ph de tu pellejo. Champú al huevo, de Mentol Factor Extremo, o incluso de “For men”, que no vale para la woman ni de coña.

Pócimas con baba de caracol o con placenta de camella que corres el peligro de que te quedes ciego si te lo untas, pero como te pillan receptivo, accedes.
 
La era de la comida de diseño, mejor que llenarte el plato por 10 euros y perola al lado por si repites, te ponen un gajo carne en el centro con un etéreo de boletus en su base, te pintan el resto del plato con pintura comestible y lo disfrutas por 40, el diseño digo. Y nosotros que somos receptivos....
 
Yo no debo de ser gilipollas sino lo siguiente, me sale una vida redonda con una bici o una suela, un día de sol o lluvia, embrutecerlo con un par de huevos fritos con patatas en el bar del pueblo y rematarlo con un codo en una barra y mi compañera enfrente dándome charla.
 
 
Y si es un día especial, igual hasta nos vamos a dormir a una pensión, con piso de loseta, un armario sin percha que no se le cierra la puerta, en un pueblo sin encanto y con dos camas de 80.

¡Y que no me lo quiten, que por ello mato! 

Al de la foto le han dicho que eso es bueno para la sinusitis...y como es receptivo...
 
Es para explicar, si eso, porqué me equivoqué de siglo.

viernes, 20 de junio de 2025

Los plastas

 


 
¿Quién no se ha topado nunca con un plasta?

A todos nos ha tocado un plasta en nuestra vida, quien diga lo contrario es que miente como bellaco o, él es un plasta.

¿Pero hay forma de librarse de un plasta?

¡NO!


El plasta no atiende a súplicas ¿Por qué? Porque no se acepta como tal. Y es por esto que ya la cosa de inicio está jodida.
El plasta por su propia condición de plasta es reiterativo hasta la extenuación, no suya, sino del humano que accidentalmente se puso en su camino. Su víctima. 



El plasta no gesticula, tampoco cambia los tonos, simplemente te la suelta y te la suelta y te la suelta.
¿Hasta cuándo te la suelta? ¿Hasta que se canse?

NO.

El plasta no se cansa. Es inviable por su propia razón de ser. Si tuviese el sentimiento del agotamiento ya no sería plasta.

El plasta no se hace, nace. Por ello el plasta no puede dejar de serlo, simplemente lo es.

Los plastas tampoco se reconocen entre sí porque ellos mismos no se aceptan como tales.

No lo intentéis. No intentéis agotar a un plasta, tampoco intentéis explicarle que tenéis prisa o que vuestra paciencia se ha agotado, porque una característica del plasta es la ausencia de piedad.

El plasta no tiene sociológicamente solución a corto. Realmente ni a corto ni a largo. El plasta nace y muere siendo plasta.

Lo mejor es mirarle como las vacas ven pasar el tren, abstraerse en cosas vanas y dejar el tiempo correr o salir vosotros corriendo. No se ofenderá, es plasta. La próxima vez que os pille seguirá la conversación donde la dejó. Por lo menos el mío es así.

viernes, 6 de junio de 2025

De hidalgos y pajarracos




 Andaba yo releyendo Don Quijote de la Mancha cuando me vino  al pronto la piedad que la gente siente por tan deteriorado de mente personaje. 

No debería ser él el objeto de lástima sino el pobre y sufrido Sancho, de quien tan estúpido y alelado caballero abusa en consecuencia de su floja mente en la espera de la ínsula prometida. 

Algo parecido sucede con el correcaminos, necio, remilgado y afectado animal, que jode por gusto tan solo, la vida del pobre y desamparado  coyote que tan solo busca el comer, con los más traicioneros y sucios ardides. 

Coyote y Sancho, víctimas del desetábilo y maldad de hidalgo y pajarraco. 

¡Que parecido con la vida real a poco que echemos cuentas!



viernes, 30 de mayo de 2025

miércoles, 21 de mayo de 2025

Vivir África

 

 

 Quien viaja a África cambia el ritmo de los minutos, ralentiza su reloj, el sol marca tus tiempos y el día camina despacio.


África te enseña a repartir sin interés, aceptar con modestia, a colaborar aunque estés roto, a contar hasta diez cuando la tensión destempla, a medir tus actos, a disfrutar de la humildad, te enseña a contenerte de quien no sobrellevas, empujar juntos, compartir lo que te queda, aceptar lo que te cuesta, sacar tu última fuerza. 

África cambia tu percepción sobre lo que vale la pena y lo que no, lo que aquí desprecias en África proteges, a quien aquí ignoras en África  respetas, con quien aquí odias en África haces equipo. 

África nunca quita, África siempre entrega, África te enseña a ser mejor gente, algo que allí, en la frialdad de la ciudad ya poco usamos. Cualquier charla en un rincón es una lección de viejas historias, una lección de vida, de supervivencia, de tradiciones, de respeto a los mayores, de valores recios, de los de antes, de los que te llevas en piel para tus siguientes.  

En África son maestros del no tener y buscar que darte. Encontrarás cobijo aunque ellos queden fuera, no tienen falta de tiempo si tú lo necesitas.

África, escuela de hospitalidad. Escuela de humildad. Escuela de viejos valores que hace mucho aquí ya hemos olvidado. 

Suerte tenemos los que allí a recobrar regresamos.


martes, 6 de mayo de 2025

Contra la depresión.

 

-Mirar todos los días por la ventana y ver cualquier bicho volar.

-Pimplarse unos huevos fritos con morcilla y papas.

-Pensar que otros están mucho peor que nosotros.

-Sujetar una buena jarra de cerveza.

-Ayudar a cruzar la acera a alguien.

-Añadir un nuevo amigo a tu agenda de contactos.

-No ver el Salsa Rosa ni el programa del tomate.

-Tratar cada día de echar una mano a alguien...aunque sea pequeñita.

-Ganar esa partida de mus....o perderla.

-Mear con la otra mano y que no se salga ni una gota.

-Robar una sonrisa a alguien y luego devolvérsela.

-Hacer un concurso de pedos con tus viejos amigos.
 
-...Decir que sí a un amigo.

-Respirar, respirar, respirar.

miércoles, 30 de abril de 2025

NOS FALTA UN HERVOR

 

Visto lo visto, cuando los del siglo pasado nos vayamos al otro barrio, las nuevas generaciones no aguantan un colapso de 3 días si por bajarse el diferencial un rato entran en pánico.

Solo se nos fue la luz y se tiran a los grandes almacenes a comprar lo que les quepa en el carro sin tener ni siquiera medio de pago.

Hace unas semanas los influencer, los milenian, los "cuñaos" y los sobraos se reían del kit de supervivencia y ahora han agotado las existencias de los bazares chinos de linternas que les durarán tres encendidos. (calidad oriental).

Una mínima educación, no en “supervivencia”, que no ha sido para tanto redié, tan solo un poquito de cabeza de que a veces pasan cosas y no siempre sale agua del grifo o das al click y la bombilla luce.

En ninguna casa debería faltar, y menos en la de los “delicaditos” una linterna, un transistor de dinamo o pilas con las mismas, un infiernillo y unas cuantas latas en conserva. Por completar, un mechero, una botella de lejía y si no sabes limpiarte el culo con una piedra algo de papel higiénico.

Y si quieres autonomía una bicicleta y una mochila, aunque sin GPS no sabrás ni donde ir a buscar agua.

Pero no todo es negativo en estas nuevas generaciones de blandengues, quejicas y ofendiditos. Sorprendentemente, en el apagón no nos dio por hacer vociferar nuestros cláxones, nos respetamos el paso en los cruces y hasta unos ángeles anónimos se pusieron su chaquetilla amarilla y nos organizaron el tráfico obedeciendo todas sus instrucciones.

Lo malo es que este ataque de civismo que nos dio, nos quedamos sin averiguar si se hubiera mantenido más de un día o llegado el caso se acabó la cortesía y a agarrarnos al cuello ajeno que igual se come.

A ver si de esto se nos ha quedado algo y en el próximo apagón no nos tiramos  todos como gallinas descabezadas a limpiar los supermercados y nos lo tomamos con más calma, dejamos de llamarnos los unos a los otros con celulares muertos para ver si estamos vivos, que solo se ha ido la luz coño, no el oxígeno y somos un poco más solventes y lloricas. Nuestro instinto de supervivencia animal lo perdimos entre bytes y ondas, pero con un poquito de por favor, podemos recuperar algo si nos ponemos. 

Ya se han forrado los chinos con nuestro desasosiego y falta de serenidad. Ahora los psicólogos a facturar los ataques de ansiedad de los que han estado seis horas sin internet.

Ay que pena de mili perdida.