Andaba yo releyendo Don Quijote de la Mancha cuando me vino al pronto la piedad que la gente siente por tan deteriorado de mente personaje.
No debería ser él el objeto de lástima sino el pobre y sufrido Sancho, de quien tan estúpido y alelado caballero abusa en consecuencia de su floja mente en la espera de la ínsula prometida.
Algo parecido sucede con el correcaminos, necio, remilgado y afectado animal, que jode por gusto tan solo, la vida del pobre y desamparado coyote que tan solo busca el comer, con los más traicioneros y sucios ardides.
Coyote y Sancho, víctimas del desetábilo y maldad de hidalgo y pajarraco.
¡Que parecido con la vida real a poco que echemos cuentas!
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