El avance del vehículo y sus
circunstancias
Este capítulo como es más largo
que la madre que le parió lo dividiré en dos porque sí.
PARTE I
Vehículo en pleno avance |
Las
técnicas de avance y movimiento son
estudiadas en este capítulo. No es suficiente con girar la llave de
contacto y ale, adiós muy buenas. Además hay que engranar la marcha,
normalmente la
tercera larga y pisar el acelerador en elegante conjunción con el
embrague.
Solo así conseguiremos poner en movimiento nuestra cabalgadura.
En las siguientes líneas vamos a analizar
la conducción en los diferentes terrenos que nos vamos a encontrar.
·
Conducción
sobre arena
·
Conducción
sobre barro
·
Conducción
sobre nieve
·
Conducción
sobre piedras
·
Conducción
en asfalto
·
Las
pendientes
·
Los
vadeos
Conducción en arena
Aquí es conveniente ser conocedor de las
diferentes arenas que forman el suelo o piso, así como la hora del día en la
que vamos a atacar las ansiadas dunas.
Estas arenas pueden ser de varios tipos. Las
principales son las arenosas, que son las formadas por arenas de grano fino y
las areniscas, menos compactas que las anteriores y en las que conviene atacar
las dunas formadas por este tipo de arenas en segunda o tercera reductora.
Sin embargo, las arenosas, bastará con que
engranemos una marcha intermedia de la caja de cambios, siempre en posición de
reductora.
![]() |
Conducción sobre arena. Bastará un alto régimen para no atascarse. |
Como hemos dicho, hay que tener en cuenta
la hora del día. No es lo mismo hacerlo cuando el sol pega de plano que
realizarlo a las doce de la mañana.
Como norma general las mejores horas son el
amanecer y el anochecer, dado que la arena está más compactada debido a la
humedad y por lo tanto el agarre es mayor. Sin embargo a las horas centrales
del día la humedad se ha marchado y la arena no es tan compacta con lo que
irremediablemente te hundes sin más.
También es muy conveniente bajar la presión
de las ruedas en este tipo de terrenos. Bastará hacerlo a 10 o 12 kilos. Con
ello conseguimos que la masa de apoyo sobre el suelo sea de un par de
milímetros más, con lo que suele ser muy resolutivo, ¡donde va a parar!
Luego un alto régimen de motor, mantendrá a
éste en movimiento.
Los vehículos pueden avanzar hacia delante
o lo que es peor, avanzando. La primera de las situaciones se da
primordialmente cuando vamos de viaje y debido a este tipo de movimiento se
consigue llevar a buen fin nuestra aventura.
Esto en conducción sobre arena es
fundamental y si no lo tenemos en cuenta el coche no recorrerá espacio con lo
que no se producirá recorrido.
Lago Iriki. Los Oscos |
Resumiendo, en conducción sobre arena
hacerlo de siete a ocho de la mañana, con los neumáticos sin aire, en una
marcha que propulse a buen régimen el motor, por ejemplo en quinta larga y
aprender a distinguir el color de las distintas arenas. Arena blanca, poco
agarre. Arenas claras, agarre poco preciso. Arenas nítidas, procurar llevar
inercia. Arenas tenues, ¡No proseguir!
Esto que parece en principio algo complicado,
no lo es tanto una vez que se ha ido un par de veces a la playa.
Conducción sobre barro
¡Ay amigo, esto ya es otra cosa! En la
conducción sobre barro si debemos ser más cuidadosos.
Debemos aprender a diferenciar los
distintos tipos de barro.
Avance Imparable sobre barro. Picos de Europa |
Pueden ser de tres tipos:
-arcilloso
-barroso
-chocolatoso
Cada uno precisa de la técnica de
conducción apropiada.
Para los primeros, los arcillosos, la mejor
forma de atacarlos es dejar que el coche haga lo que quiera. Da igual subir la
presión de los neumáticos, que bajarla. Aquí el verdadero protagonista es el
coche y siempre que no tengamos un barranco al lado no tiene porqué haber
ningún tipo de problemas.
Se puede practicar este tipo de conducción
en Guadalajara, a ser posible en el mes de agosto. Daremos aquí unas
coordenadas donde es fácil encontrar este rojo elemento.
Ahí van: 367G 123ª
El segundo de los barros que vamos a tratar
es el barroso. Como la propia palabra indica es de forma más plastosa, es
decir, indefinida. Aquí si conviene bajar la presión de los neumáticos si el
firme está muy abajo. Para comprobarlo lo mejor es ir acompañado de la esposa y
que salga la pobre mujer a verificar el terreno. Si se hunde hasta las
cartucheras, bajar presión. Si el hundimiento es hasta la tibia, subir presión
con lo que conseguiremos llegar al firme al tener menos base de apoyo el
neumático y actuar a modo de cuchillo.
Una vez haya comprobado la señora el
terreno, engranar una marcha corta, coger carrerilla y entrar a saco. Si vemos
que el coche se empanza y no progresa, desandar lo andado y volver a atacar el
barrizal con más decisión y menos mariconeo que antes.
Sobre el barro chocolatoso, solo decir que
es de parecida textura que el anterior pero sabe algo mejor. Es el adecuado
para practicar unas derrapaditas y hacer unos trompitos. También se les puede
dejar el volante a los niños que disfrutarán de lo lindo, es decir, se lo
pasarán de coña.
Conducción sobre nieve
Conducción sobre nieve. Sevilla |
Divertido
elemento la nieve si se la trata con el respeto debido. Las mejores fechas para
disfrutar de este blanco manto son sin duda en el mes de agosto.
Si
tenemos previsto que en nuestra próxima salida pueda nevar deberemos de proveernos
del material adecuado para desenvolvernos adecuadamente.
Cogeremos
mantas, cadenas, comprobaremos que el tanque del combustible esté casi vacío.
Así mismo no debemos olvidarnos de nuestro telefonito portátil, polvorones, un
silbato, espejo de señales y algo de cartografía a ser posible de alguna playa
cercana.
Ya
perfectamente equipados emprenderemos la marcha.
Los
neumáticos en la nieve se pueden llevar inflados, o todo lo contrario. Inflados
si la nieve es blanda, con el fin de que puedan perforar la primera capa y
llegar al firme. En caso deque la nieve ya se haya convertido en hielo lo
trataremos en otro capítulo dedicado a la conducción sobre terrenos de alta
adherencia.
Debemos
de llevar el volante de manera clara y concisa y haciendo gala de una suavidad
de movimientos semejante al de una madre amamantando a su hijo. Cualquier acto
inusitado puede causar por si mismo una precariedad.
El
freno de mano se puede llevar parcialmente echado, con el fin de que los
zapatos de las frenas, presionen uniformemente los compasdís.
La
marcha de arranque debe de ser la segunda, puesto que si lo hacemos en segunda
el coche tendería a patinar sobre si mismo y así no llegaríamos nunca. Podemos
echar en nuestro equipo “cadena líquida”, que aunque no sirve absolutamente
para nada, da mogollón de tranquilidad. La suelen vender en mercerías y tiendas
del ramo, como Vips o la Alpargatería.
Como
pauta general, no acelerar, no frenar, no girar y no soliviantar. Si cumplimos
estos preceptos básicos no tendremos problemas de conducción pero ¡ay! si no es
así. Eso es harina de otro costal.
Cartón
piedra. Se puede
observar como la lluvia caída ha derretido los mendrugos.
Siguiente entrega PARTE II. Elavance del vehículo y sus circunstancias.
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