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martes, 27 de junio de 2017

Segunda entrega LOS GRANDES RAIDS

Segunda entrega en tirada nacional de 12 ejemplares

LOS GRANDES RAIDS

El Vehículo y su acondicionamiento estatutario

                                    Automóvil o vehículo, A la derecha dromedario.
No es posible realizar ningún raid en vehículo si no se dispone de automóvil, ya sea de uno mismo o comprado. De aquí su gran importancia para el buen desarrollo del viaje. Por este motivo vamos a dedicar las siguientes páginas a nuestro automóvil, dado que nuestros planes precisan de él, a diferencia de los que se realizan en coche y que, aunque respetables, no son objeto de nuestra atención.

Hay muchos modelos en el mercado pero los más apropiados son los que disponen de tracción propia, ya sea a las cuatro ruedas o sobre los dos ejes.

Los hay de dos tipos, automáticos o manuales. Sobre los primeros poco nos extenderemos dado que solo es necesario dispongan de volante y asiento.

Los manuales son más complejos y es primordial realizarle una exhaustiva revisión antes de emprender la marcha en alguna tienda de ultramarinos.

Son puntos vitales, el depósito de combustible, que deberán de comprobar en un taller autorizado que disponga de gasóleo suficiente como para ponerse en marcha.

Tampoco se deben descuidar los neumáticos, debiéndose verificar al partir que están situados en sus correspondientes lugares, esto evitará rumorosidad y vibraciones innecesarias que pueden dar al traste con el viaje en unos cientos de kilómetros, con el malestar que eso conlleva.

Las presiones deben ser inspeccionadas, y si alguno careciese de aire convendría subirlo de presión. Cualquier estación de servicio dispone de cachiperres aptos para esta función. Tan solo decir que el aire debe de entrar por el pitorro al que antes es necesario quitarle el taponcito decorativo que evita que se mezcle el oxígeno con el CO2.


                                  Pastores nómadas. Benidorm.  

Repasemos ahora las partes más importantes de nuestro vehículo.

            -Amortiguadores

Son los encargados de la tracción, normalmente son cuatro aunque lo más importante es que sumen un número impar. Sin ellos el vehículo no pistoneará lo suficiente como para que la marcha sea elegante con lo que repercute directamente sobre el cigüeñal y hará pum.

            -Cigüeñal

Es la parte del habitáculo que distribuye la frenada a los cuatro asientos motrices y encargada de traer cochecitos al mundo. Funciona en paralelo y solidariamente con los piñones traseros y juntos proporcionan la inercia suficiente para que el autoblocante no actúe si no es estrictamente necesario. Esto es, si en el sentido de marcha el vehículo tiende a subvirar.


            -Neumáticos

Aquí nos vamos a detener a estudiar los códigos que utilizan para las sobrecargas y las orflallas.

Estos códigos son un conjunto de números y cifras que si no te fijas no dicen nada, pero son de gran importancia.

Vayamos a un ejemplo práctico.

Supongamos que nuestro vehículo lleva calzados unos neumáticos que en sus flancos marcan las cifras 694-123-J-7.124

La primera cifra –694- corresponde al índice de carga. Unas simples operaciones nos indicarán el peso que podemos cargar.

Para ello con una simple suma restamos 694 de 81.512 lo que nos arroja un resultado de 2.584.312. Esta última cifra es el código americano. Para trasladarlo al soviético debemos sacarle la raíz cúbica y le restamos 0, resultando el número de kilos que es capaz de soportar cada rueda aparte del peso propio del vehículo. En este caso concreto sería 2 Kilos. Para comprobar que la operación se ha realizado correctamente hay que verificar que dé un número impar.

Bien, ya tenemos los kilos totales que el vehículo es capaz de soportar. En este caso restamos 2 Kilos por cuatro ruedas y nos da 32 Kilos.

Sigamos con la siguiente cifra –123- esta palabra es de adorno y no aporta mucho, por lo que ya no digo más.

Continuemos con la tercera cifra, en este caso una -J-. Éste número nos da el coeficiente de velocidad en relación con el peso del equipaje, por lo que lo debemos de multiplicar por el primer resultado, es decir, “66” por “J” y el producto son las maletas que podemos llevar.

Terminamos con la última palabra “7.124” Esto no es ni más ni menos que la velocidad que podemos llevar y que en este caso concreto sería de 6 Km./hora.

Conviene recordar que estas cifras van en consonancia con la presión de los neumáticos que debe ser siempre la correcta. En conducción todoterreno ya la explicaremos en capítulo aparte, pero en autopista –primera parte de nuestro viaje- no conviene que sea inferior a 46.

Las otras cifras que forman el flanco son indicativas del bienestar. Por ejemplo, si nuestro vehículo tiene las cifras: 

DUNLOP son las que usa la familia Sánchez-Vicario en sus salidas.

GOODYEAR indican que este año es propicio para viajar o si por el contrario pone

GOODRICH nos sugiere que debemos dejar de comer inmediatamente.

BRIDGESTONE quiere decir que hace buen tiempo

CONTINENTAL suele ser utilizada para viajes sin salir de la capital de provincia

MICHELÍN es la marca nacional de GOODRICH

HANKOOK como su nombre indica es italiana y presagia tempestad.

            -Volante

Realmente vital esta pieza. De pequeño tamaño pero importancia inaudita. Sin volante no seremos capaces de aplicar la primera parte de este libro, esto es, la trayectoria, con lo que habríamos trabajado en balde en nuestras planificaciones del viaje.

Los automóviles más modernos llevan incorporado a esta pieza el sistema de gestión total, denominado ABS que en consonancia con el SRS y con el VHF facilitan la marcha y no digamos el confort.

            -Frenos

Aunque de menos importancia que el cenicero, también cumplen su función. Son los encargados de evitar que el vehículo corra que se les pele. De hecho se puede hacer una prueba que demuestra su importancia.

Con el vehículo totalmente inmovilizado, intentemos ponerlo en marcha pisando el freno que es el pedal que está más a la izquierda según se mira desde atrás. Comprobaremos inmediatamente que el vehículo no se mueve. Esto es debido a que no hemos metido la llave de contacto.

Hagámoslo ahora.

Arranquemos, pisemos el pedal de freno –el de la izquierda- y aceleremos ¿Qué ocurre? El vehículo no se mueve. El freno está en pleno funcionamiento. Como simple test comprobaremos que si las vistas son las mismas que antes de la prueba, los frenos han actuado con plena eficacia.                                                                                                            

            -Maletero

Destinado a transmitir toda la inercia del cigüeñal y del SPQ a los neumáticos. Sin maletero no es probable que el coche gire.


            -Bloqueos

 Dependiendo del modelo pueden ser uno, dos o tres y en algunos casos dos. En conducción todoterreno se utilizan para asegurar las puertas si son dos y en caso de contar con un tercero será el encargado de bloquear la portilla del combustible.

Cuando la rueda exterior derecha derrapa, actúa el bloqueo del diferencial central que inmediatamente y en cuestión de minutos manda toda la potencia a la rueda que patina consiguiendo que patine más. Si así no logramos salirnos de la carretera es el momento de actuar sobre el bloqueo trasero con lo que se convierte este eje en solidario con la rueda intermitente izquierda evitando así mantener la trayectoria. A continuación llamamos al seguro y damos el parte correspondiente.


            -Manivela de las ventanillas

Suele funcionar en movimientos giratorios, esto es, circulares. Suelen ir acompañados de una asilla con forma de tronco de cono por el que se ase la asilla y eleva los habitáculos. Es posible que las ventanillas se bajen solas y la asilla no cumpla su función. Esto no es de difícil solución. Se coge un atornillador y se incrusta con decisión en la ranura que hay entre la chapa y la ventanilla. Hay modelos que ya salen de serie con este atornillador, como son el SEAT 124 o el incombustible SEAT 600.


En cuanto al acondicionamiento del equipaje, conviene siempre hacerlo antes de salir de viaje. Se puede hacer a la vuelta pero la experiencia indica que no se pierde nada si se hacen las cosas a tiempo.

Una vez reunido el grupo que compone la expedición, se apilan los alimentos, ropa de cama, herramientas, sacos de dormir –si se va a dormir en tienda de campaña no son necesarios- y demás bultos y se echa a piedra, papel o tijera quien se lleva cada cosa.

Normalmente el coche que va a abrir ruta se lleva los útiles de dormir, de esta forma nada más llegar, mientras espera a los demás, monta el campamento.

Los coches centrales de la caravana deben llevar la bebida, NUNCA el último. Éste solo ha de llevar la comida y el equipaje de los demás. Así, si hubiese un accidente el coche que lleva el alimento puede estar atento y frenar a tiempo para que no se joda el viaje. 
  
Próxima entrega: Avituallamiento, Alimentación y condescendencia

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