-NO TE PREGUNTES SI ERES FELIZ, PREGÚNTATE SI HACES FELICES A QUIENES TE RODEAN.

viernes, 17 de enero de 2025

Viajes extremos, cabeza amueblada

 

En los viajes de hamaca y sombrilla si te coges un berrinche con tu compañero lo tienes fácil, recoges los bártulos, desinflas el patito, pliegas la hamaca y te subes al apartamento, pegas un portazo y cuando se te pase te vas con él a tomar una horchata. Y si no se te pasa, coges el primer bus y tiras para casa que ya de regreso en 2 días seguro que habéis firmado armisticio.

A 3.000 km. de casa no existe ese autobús que te aleje de tu “enemigo.”

Hay que preparar no solo el físico, tan importante o más, la cabeza.

La primera premisa, los problemas que traemos de la península se quedan en el barco, en un hatillo en la proa, y a la vuelta estarán ahí, esperándonos, para recogerlos nuevamente.

Todos los contratiempos, aquí no son problemas, sino parte del viaje y con ellos debemos de convivir, llevarlos con positivismo e ir solventándolos entre todos.

-El viaje puede que acabe nada más salir, con una avería, esto también es parte del viaje, toca sonreír para animar a tu compañero, llamar una grúa y, ya habrá otro, éste ha terminado.

-Puede que perdamos los nervios cuando agotados veamos pasar el tiempo con estúpidos trámites burocráticos en una sucia frontera.

-Puede que haya que conducir 20 horas seguidas en marchas reductoras a 20 por hora sorteando piedra tras piedra.

-Puede que haya que palear 3 horas a 50 grados para liberar el coche de las arenas.

-Puede que después de palear 3 horas, a los 500 metros haya que palear otras 3. ¿Yquien sabe? quizás otras 3.

-Puede que una riada nos haga desandar 100 km. cuando ya teníamos al alcance de la vista nuestro ansiado destino de esa noche y por otra vertiente, tratar de llegar...... o no llegar.

-Puede que nos perdamos, que estemos horas y horas buscando una salida en los cordones de dunas, puede que tengamos que dejar pasar la noche buscar la estrella polar, marcarla con una señal en la arena y ya menos espesos y más enteros, encontrar esa testaruda salida al amanecer.

-Puede que nuestros compañeros de expedición sean menos diestros que nosotros con el volante y cuando estemos extenuados, tengamos que salir por enésima vez bajo el sol a ayudarles con una sonrisa.

-Puede que el coche 1 quiera avanzar 50 kilómetros más después de estar todos al límite, puede que el coche 2 hubiera querido quedarse 100 kilómetros. antes, puede que el coche 3 quiera plantar ahí la tienda porque ya no tiene fuerzas para hacer un solo kilómetro más. Es cuando hacen falta cabezas frías que aúnen criterios y en las situaciones tensas aplaquen ánimos.

Lo que en España puede ser una nimiedad de tu compañero de viaje, allí es una "ofensa", simplemente, que te levantes un segundo y te pille tu silla es motivo para darle un tajo en la yugular, que se coma la última sardina de la lata, esa sardina que tú “pensabas” que ¡era tu sardina! es algo imperdonable, que se beba el último trago de agua, ese trago que pensabas que era tu trago, que ponga una clavija menos en la tienda que tú, que recoja de la mesa un plato menos que tú, que “olvide” la basura, para que sea tu coche el que por segunda vez consecutiva tenga que echarla al techo y transportarla........ cualquier nimiedad en un viaje de hamaca y sombrilla en España, es una “afrenta” imperdonable allí.

Las verás. Cada minuto las verás, toca tener la cabeza fría o tener un serio conflicto muy lejos de casa.

Solo que allí, no puedes dar un respingo, recoger tu toalla, plegar la sombrilla y subirte al apartamento a dar un puñetazo en el mueble de la cocina. Allí, a 3.000 km. de casa solo queda respirar 10 veces muy seguidas, mirar a tu compañero de viaje y.......regalarle una gran sonrisa.....en España ya le cantarás las cuarenta. O seguro que no. Se te habrá olvidado.

A África hay que viajar con humildad, hay que compartir, hay que entender, hay que ofrecer lo que puedes dar, hay que mirar a sus gentes como a ti te gusta que te miren, hay que aprender de ellos lo que nosotros aquí ya olvidamos, la cortesía, la caridad, la sencillez, lo que vale un segundo de vida, lo que vale regalárselo a alguien. Y lo que allí viviremos en primera persona:
no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.

Solo así disfrutarás de un viaje distinto. Esto es parte del mismo, si no sabes hacerlo, si no te encuentras preparado para ello, si no confías en tu temple, no viajes, será tu infierno y el de quienes te acompañan.

Prepárate para ello, resetea de tu cabeza todo lo que haces sobre el asfalto, todas tus reacciones y costumbres urbanitas y de nuestro “avanzado” mundo, todos tus tabúes sobre lo que aquí algún desorientado mental embriagado de racismo te cuenta sobre los “moros” y.....

será el viaje de tu vida. Tú mismo.

lunes, 13 de enero de 2025

¿Eres un simple?

 

Si te gusta más la boina que el sombrero, el refajo que la corbata, la alpargata que el tacón, o la madreña que el botín.

Si te tira más una cerveza mal tirada que un vino de alta cuna, un par de huevos que un par de ostras, un menú cantado que comer a la carta, una charla que el último estreno, contar con los dedos que contar con los bytes o ir a buscarle que telefonearle.

Si prefieres salir de caminos que de escaparates, salir de moras que de compras, una salida en bici que el mejor de los cruceros, hacer ranas con las piedras en el lago que tirar los bolos en un gran centro, un paseo por una vereda que un concierto, mear a la roca que a “Roca”, un codo en la ventanilla que el climatizador, la jara que el ambientador, la tierra a la porcelana, el árbol a la farola, el verde al gris o la encrucijada al paso cebra.

Si optas por la sabia charla del pastor a la del ilustrado, por la mirada del nómada que la del adaptado, por la aldea a la urbe, por el río a la playa, por la cañada a la avenida, por la servidumbre de paso que por el paso bien servido, por lo simple antes que lo artificial, por lo banal a lo complicado, por lo directo a lo escabroso, por el mugido antes que el ruido y el balido al grito o el bramido al chillido.


Si prefieres una alcoba a una suite, la posada al hotel, una noche bajo las estrellas que una noche en un 5 estrellas, el destello del fuego al del neón, el campesino al erudito, el lugareño al endiosado, la sabiduría del anciano a la del letrado, el murmullo del monte a una canción, cruzar por el río que por el puente, saltarte la valla que el semáforo rojo, reptar que usar la escalera y la rampa al ascensor.

Si prefieres todo esto....eres un simple, pero....¿donde estás....?

Y si además....... no dudas entre soportar o quejarte, elogiar o criticar, dar que prestar, esconder o lucir, callar o decir, decir o hablar, escuchar u oír, guardar o tirar, sobre-vivir o súper-llevar.....

¿Dónde te metes? Necesitamos muchos clases de urgencia..... hemos quedado tantos para septiembre....hay que recuperar.

Solo una charca, unos caballos y un zorro. Más de una hora me quedé aquí, junto a mi bici.

Embobado.

Nada más SIMPLE.

 

miércoles, 8 de enero de 2025

En el camino los encontré

 


En el camino los encontré. Unos sin razón, solo los encontré. Otros algún motivo hubo, pero el motivo dejó de ser, y el camino ya sin razón, con ellos seguí.

Unos medio siglo ya, otros bien poco hace y una vida casi me parece.

Algunos me los encontré juntos, otros en un rincón, alguno según caminaba, sobre la marcha, otros cuando retrocedía. Otros me encontraron a mí y me enganché a ellos antes que algún desvío, de los muchos que te encuentras, -u otros te buscan-, se los llevara.

Casi todos los llevo grapados, grabados, tatuados y encadenados, para que no se me pierdan. O la rutina me los quite.

Alguno se desenganchó o me lo desengancharon, y se me escapó.

Pero todavía llevo muchos amarrados, -sin saber porqué, porque dan más que reciben-, aunque me da igual si pocos fueran, si son como los que me quedan. Solo me importa lo que pesan, y los míos, pocos o muchos, más muchos que pocos, pesan mucho. Espero no pesar algún día tan poco, que ya no los pueda mantener.

Si pongo nombres, por un olvido alguno puedo perder y es un riesgo que no voy a correr. Pero bien anotados os tengo, TÚ eres uno de ellos. De los que en el camino hace poco o mucho te encontré.
Esto lo escribí después de recorrerme mi agenda de contactos y pasar por el tuyo, así que si me olvidé, ella me recordó que iba por ti.

...día bobo, no siempre puedes ir de viril, pierdes algunas referencias, te debilita. No vale la pena. Sobre todo cuando estás en medio de una tormenta que no termina de pasar.

En la prosperidad nuestros amigos nos conocen, en la adversidad nosotros conocemos a nuestros amigos.