-NO TE PREGUNTES SI ERES FELIZ, PREGÚNTATE SI HACES FELICES A QUIENES TE RODEAN.

miércoles, 28 de enero de 2015

Bici buena, bici mala







Sigo perdido en los foros leyendo los análisis del personal sobre las sensaciones de eso del montar, la calidad de las soldaduras, la sensibilidad de la trazada, incluso los multitudinarios comentarios, peleas y baneos tras defender los milagrosos y sesudos progresos de la ingeniería al tener la ocurrente y bien estudiada idea de aumentar el tamaño de una rueda. Se lo han currao...

Yo que soy más de sensaciones rurales no llego mi terca bola a más de “No hay bici buena y bici mala, hay bicis de campo y bicis de no campo”. Y es que de ahí, aunque voluntad ponga no paso tú.

Bueno, tampoco hay que ser tan inflexible, admito que hay bicis de gama baja y alta. Hasta ahí mi cerebro rústico si alcanza. 

Es decir, la del Hermida y la del churrero de mi barrio.

También sé que hay cambios que hacen Click-Clack (Algo como lo del Pablo Iglesias del TIC-TAC) y otros que hacen Raaaac. Parece que los primeros –y esto no lo sé, lo dicen- son más fiables pero bruscos y los segundos más suaves pero se desajustan. Será pero hay que tener un punto G que te cagas para notarlo.

A ver…. Coño… que no joder….hacedme caso por dios, que hablando de bicis de la misma gama (no la del Hermida vs churrero) todas son iguales, no me lieis con los grados de la dirección y los sistemas de amortiguación, que si CPD, IVA o PVP. Coño un amortiguador sube y baja cuando pilla una piedra, tampoco contamina la pedalada, lo que nos contamina en una subida son los orujos de hierbas que nos hemos metido la noche anterior. Una horquilla tampoco da más de sí, entra el pirulo fino en el pirulo ancho y no sabe hacer más cosas, es una horquilla. vale, tiene media docena de ruedecillas para pirulear más rápido o más lento según nuestra forma de dar pirulos. Ponedlas todas en el medio y a tirar.

Está bien, ¡NO! está cojonudo que compremos la bici más bonita, la más exclusiva, la de las pegatinas verdes y negras que le van ni pintadas, pero al final nos estamos llevando una bicicleta. Compramos una bici porque nos da la gana y pagamos el doble que otra exactamente igual porque esa es la que me quiero comprar, puedo y quiero. Pero de verdad, de verdad de la grande y buena, todos llevamos lo mismo y todas nos llevan al mismo lado.

Yo tengo bici cara y coche caro, bien, lo tengo porque me gustan sus colores y porque los colecciono, porque también colecciono sellos, posavasos, soldaditos de plomo y ahora me estoy haciendo la colección de las figuritas de Tintín y la maqueta del Bounty, pero por más que nos empeñemos, todos tenemos lo mismo, un cacharro que nos lleva, nos trae y nos hace pasar unos ratos que te cagas.  

¿Y ya está no?

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