Embarcamos
con destino a Génova y tras buscar nuestros camarotes y acomodar el
equipaje subimos a cubierta a gastar horas de travesía.
Llegamos
a la mañana siguiente a Génova donde ponemos rumbo a
Ljgurhajlanblanjana capital de Eslovenia y donde ya nos esperaban las
cuatro nuevas incorporaciones de aventureros, los trotamundos Eduardo y
Adrián, pater y filio, con su Defender tuneado que parecía un G y que
más adelante resultó serlo y nuestros amigos vascos Luis Jorge y Amaya
con su flamante rocín Rommel, un GR de alegre montar.
Salimos
a pasear por tan bohemia ciudad y por la ribera de su innombrable río
repleto de terrazas y tiendecillas. También por el aquel de hacer algo
de hambre y cansar piernas alguno subimos al castillo con vivo andar.
Cena romántica en el rio hgfjkdsnxji y regreso al hotel.
Salimos
ya a la mañana siguiente camino de Budapest donde a su llegada nos
reunimos con el resto de la expedición. Los alegres y pizpiretos Juan y
Lourdes que tienen montado un doble depósito de chuches en algún lugar
oculto de su Toyota y fueron mis suministradores de esta mía debilidad
de devorar todo lo que algo de azúcar contenga.
También
conocimos a Alejandro y Marcos con su super 80 doble capa de pintura y a
la simpática pareja de leoneses José Antonio y Tere con Magiolino, su
bailón Toyota que dentro de poco apunta a que sufrirá un restiling en su
alegre y nautica amortigüación.
Fuimos
a pasear la ciudad repartidos en taxis que nos subieron a la zonal alta
donde gastar carrete con vistas a Buda, Pest, el Vesubio y al más allá
presidido todo por el imponente parlamento y donde nuestros carretes
fotográficos echaron más humo que el Toyota de Alejandro y Marcos.
Bajamos en funicular al rio y buscamos lugar para cenar y volver cada
uno a su aire al hotel paseando, oriéntandonos unos a GPS, otros a
compás y planito de hotel y otros sin ganas de navegar que ya habría
tiempo en siguientes jornadas se encomendaron a un taxi.
Reunidos
en el hotel nuestros guías y pastores Josep e Issa nos invitaron a la
extraordinaria experiencia de vivir un botellón en las zonas comunes de
un hotel cinco estrellas donde desplegamos toda nuestra intendencia
etílica ante la ojiplática mirada de algún ocupante del hotel. Debido a
la categoria del establecimiento optamos por no sacar también el chorizo
y la chistorra, nos fueran a decir algo si acaso.
Los
siguientes días ya alternamos rutas turísticas y conducción TT y
tuvimos nuestra primer contacto con el barro rumano y la primera
incidencia quedando el coche de nuestro amigo Juan María en posición de
búsqueda de níscalos con una culada.
Le
oimos comentar por la emisora que igual debía de quitar aire a los
neumáticos pues los vascos en principio opinan que las ruedas en 2.5 van
cojonudas en barro que para eso vascos son. Afortunadamente esta ruda y
recia pero noble raza saben corregir y aceptan que si quitan aire van a
ir mejor.
Aburridos
de esperar los de la parte de atrás decidimos acercarmos al lugar del
atasco a curiosear y cuando llegamos el comando 80 ya había iniciado las
primeras maniobras de rescate desplegando cabrestante, eslingas y polea
de reenvío. Juan Miguel apunta que quizás mejor sacarle hacia atrás,
opinión que también sospechamos en reunión de grupo se debe al
vascopensar porque el rescate hacia atrás obligaba a talar la mitad de
los Cárpatos, así que hicimos caso omiso aunque educado de tan agreste
opinión y seguimos rescate hacia adelante, quizás menos viril pero más
elegante y práctico a la par que efectivo.
Seguimos
ruta por divertidos y embarrados caminos y visitas diarias de
diferentes iglesias ortodoxas y evangélicas, algunas amuralladas, tan
amuralladas que no se podían visitar algunas de ellas.
Por
los pueblecillos donde pasábamos nuestro travieso expedicionario José
gestionaba con los foráneos las diversas artes del trueque castellano,
donde él no pone nada pero siempre se saca algo.
Así con estas castellanas artes le vació medio huerto al cura no sin antes recibir su bendición y ya de paso arrimarse s la finca de enfrente a ver si se sacaba por la patilla unos tomates si tal , en otras se trajinaba una foto con la novia y dándole permiso al novio para salir en la foto -digo bien, José autorizaba al novio a posar con él y la novia-, otras veces se gestionaba otras viandas que con artes zalameras de buen grado le daban, otras una simple charla, normalmente por gestos y en español, aunque su interlocutor no entendiese ni papa éste hacía que comprendía quizás por temor, quizás por no contrariarle sin saber antes si en posesión de razón se hallaba a tenor de los grandes aspavientos que hace pensando que así su castizo español más entendido será. Otras le sacaba a algún meritorio lo que mejor se le antojase, aunque esto sea un palo tras ardua negociación. ¡Un palo! ¡un palo! Pues no iba feliz con su palo que de avellano pensaba era nuestro travieso y revoltoso amigo.
Así con estas castellanas artes le vació medio huerto al cura no sin antes recibir su bendición y ya de paso arrimarse s la finca de enfrente a ver si se sacaba por la patilla unos tomates si tal , en otras se trajinaba una foto con la novia y dándole permiso al novio para salir en la foto -digo bien, José autorizaba al novio a posar con él y la novia-, otras veces se gestionaba otras viandas que con artes zalameras de buen grado le daban, otras una simple charla, normalmente por gestos y en español, aunque su interlocutor no entendiese ni papa éste hacía que comprendía quizás por temor, quizás por no contrariarle sin saber antes si en posesión de razón se hallaba a tenor de los grandes aspavientos que hace pensando que así su castizo español más entendido será. Otras le sacaba a algún meritorio lo que mejor se le antojase, aunque esto sea un palo tras ardua negociación. ¡Un palo! ¡un palo! Pues no iba feliz con su palo que de avellano pensaba era nuestro travieso y revoltoso amigo.
De
momento el viaje proseguía sin importantes incidencias salvo las
avispas encorajinadas rumanas que aquí no atienden a razones ni a
espantos y arrearon picotazo recio a Marga que llevó con dignidad y
sufrido pero callado dolor su mano tamaño bota. Por lo demás, nuestros
simpáticos amigos Joaquín, un crack y su pizpireta compañera Eli que nos
amenizó el viaje con su salero y a los que un día en su feliz
matrimonio la electrónica les debió de poner cruz, quizás por maltrato
de energía en vida anterior y no consiguieron llevar aparato funcionando
en su equipo de orientación por lo que optaron tras pasar sus aparatos
por todas nuestras manos y no conseguir ponerlos en orden mandarlos a
paseo y proseguir ruta siguiendo al coche de delante mientras la
centralita de su coche no se obstine en seguir los pasos del resto de
sus rebeldes máquinas y tener que ser remolcados. No obstante disponen
de buenos y sorprendentes recursos, se les ve expertos en que no les
funcione nada y utilizan el ingenio para conseguir lo que la técnica les
niega, logrando así activar el micro de su emisora por el método "del
tosido" lo que economiza mucho el desgaste de dedo para tener que
conversar.
Transcurrían
los días en ameno y alegre ambiente. Yo cambiaba visitas a castillos
que de mi gusto no son por cafelito de espera, algunas veces gratamente
acompañado del buen Pere, que no es mote para información de los no
doctos en etimología catalana, sino su real nombre, traducción de Pedro.
Hombre sabio y de fino humor con el que pasé agradables charlas
mientras el grupo visitaba la arquitectura rumana que a mi primitivo y
quizás rural entender parecíame que visto uno vistos todos.
Con
Pere viajaba Lola, su preciosa mujer que a veces la hacíamos sufrir con
los vaivenes del barro que a ella poco agradaban pero se aprecia alegre
y positiva mujer que de la contrariedad hace ocio y buen recuerdo
deja.
Según
escribo estas letras sentado en un banco mientras el grupo visita la
nonanosexta iglesia oigo lejanas voces ¿Quiá quien será? ¿A mi reclaman?
¡Ahora me están llamando al silbido!, ¡viene de arriba! Redié, es José,
el hiperactivo castellano, este hombre siempre aparece en los lugares
más insólitos, ahora me está pegando voces desde el campanario de una
iglesia que habrá tenido que gestionar acceso con el monaguillo y éste,
supongo derrotado habrá accedido con tal de quitárselo de encima pues
como se gestiona sus quereres dando larga charla en sonoro y cerrado
castellano adornado para mejor entender, cree él, con amplio movimiento
en abanico de brazos extenua al contrario y éste se entrega, ya por
aturdimiento propiamente dicho.
Seguíamos
agotando días y preciosas rutas siempre dirigidos por nuestros guías
Josep e Issa y bien protegidos atrás por David y Dulcis, siempre atentos
de que el rebaño no se pierda y muy bien sincronizados con Josep e Issa
que parece que lo llevan haciendo los cuatro toda la vida.
Afortunadamente
las incidencias mecánicas no nos agobiaron mucho y tan solo tuvimos un
par de averías en el Gefender que le hizo perder un par de días de ruta y
en uno de los 80 una pérdida de valvulina por la rotura de un retén nos
llevó a fin de ruta en Gura a acercarnos a un tallercillo a practicar
una de las actividades más típicas y cuatreras de meter acobardados el
coche en un cuarto que más parece matadero y observar las ñapas que
aplican los aplicados y poco equipados mecánicos con sus cuatro llaves
rodeados de media docena de mirones.
Ya
antes de Belgrado va llegando hora de ir disgregando el grupo según los
planes veraniegos de cada par y unos siguen ruta de regreso por
carretera, otros alargan recorrido para seguir pisando nuevos paises y
otros nos dirigimos a Bosnia Herzegovina para cruzar en Ferry el
Adriático y restar kilómetros a nuestros motores.
Hemos
compartido tres semanas de desconexión o cuanto menos alivio de
problemas y agradeciendo a nuestros compañeros de viaje todo ese
espíritu de compañerismo, aportando cada uno su mejor hacer y que al fin
es lo que marca los mejores o peores recuerdos de los viajes.
Y
ya finalizado éste y ya en casa fuera de las acertadas pautas de no
política-no futbol jajajaja me permito una pequeña licencia
pseudo-política para agradecer a todos nuestros amigos de Catalunya su
consideración en conversar siempre, incluso en sus charlas privadas si
estábamos junto a ellos en castellano, algo que valoramos y entendemos
que durante tantos días tener ese chip encendido debe de suponer un
esfuerzo extra de agradecer.
Nos
manden nuestros políticos donde nos manden y nos pinten la raya de una
frontera donde les convenga, nuestro pasaporte que sea del mismo color,
el arena y verde de nuestras aventuras y que fuera de historias de
raices, gaitas y chirinvainas todos nuestros GPS al final llevan
grabadas las mismas coordenadas y nos llevan al mismo punto del camino,
el fin de ruta alrededor de un orujo y una grata charla.
¡Mucho TT!
Gracias por todo amiguetes...Y LAS DEMÁS.........
Anónimo6
Hola
Señor Ignacio, Leido tan apreciado relato, si vuestra merced da
permiso, quiero dejar constancia, que a sido un viaje especial , por tan
alta alcurnia han sido los participantes, y creo hablando por todos los
caballeros y doncellas, nos lo hemos pasado muy, pero que muy bien,
muchas risas hemos tenido al leer este relato, por tan cortes caballero,
deseando volver a pasar y catar tan buen mejunque lleva usted en el
Carro.
Josep & Issa
Josep & Issa