-NO TE PREGUNTES SI ERES FELIZ, PREGÚNTATE SI HACES FELICES A QUIENES TE RODEAN.

lunes, 24 de noviembre de 2025

Llegó la caza, se jodió la bici

 

Acabo de llegar de una de esas salidas que hago solitarias por mi zona de todos los días, para encontrarme conmigo mismo y ya de paso con los ruidillos de mi bici, cuando ensimismado en mis pensamientos veo en lo alto de la peña un elemento que me chista. Chsssss Chssssss

¡Coño! que hace este tío aquí vestido de encina. Le miro y analizo su alegre vestir..... pantaloncillo modelo "forestal" de pana para ir a la Antártida (18º hoy en Hoyo), chalequín sin mangas a juego con la encina de al lado donde se oculta (en argot: "Donde se aposta"), gorrilla con orejeras, espingarda de dos cañones en posición de carga, los zapatos, no los quise mirar, me daba miedo no poder digerirlo.

Rompía el conjunto geyper-camuflaje, camisola de manga larga de franela con cuadros "rojos-montería".

Muy bajito como si algo pudiera huir se dirige a mi y me dice:

Geyper-man: ¿Que hace usted aquí?
Yo me miro, me remiro también mi estúpido vestir, compruebo que llevo mi bici debajo de mi, le miro a él y le digo: Pues ya ve usted...... que he salido a comprar unos churritos y el Marca.

Geyper-man: Es que estamos cazando y somos muchos por aquí.

Yo mismo: Y yo montando en bici, y estoy solo.

Geyper-Man: No puede estar por aquí se puede llevar un disparo.

Yo mismo: ¡No joda! ¿Que hago? ¿me voy a mi casa?..... Buenos días señor Encina, siga usted con sus tiros pero ponga atención en no darme.

Continúo escuchando mi bici: Clic, clic, chorrouk.

A un kilómetro un tío en lo alto una peña: YYYYYYIIIIIIEEEEEEEEE!!!!!!!!

Yo mismo: ¡Arrea!!! ¿A este tío que le pasa? Y está vestido igual que el otro, ¡será su hermano!

Miro a mi alrededor a ver si está llamando al ganado. Pues no, no hay nadie, creo que se dirige a mi.

Le contestaré que no hay que ser maleducado: ¡QUIIIIIIAAAAAAAAA!!!!!!!

El de la peña: (Con aspavientos y movimientos profusos de brazos):

¡YIIIIEEEEEEAAAAAHHHHHH! Y más palabras inteligibles.

Yo, que me gusta ser educado pero si me suelto las manos para saludarle me caigo, paso de devolverle los aspavientos que supongo que es que me estaba saludando desde lo alto la peña.

A las dos horas vuelvo a pasar de vuelta y ahí estaba el señor Encina, en el mismo metro cuadrado que le dejé, con su gorrilla, su camisa rojo-montería y su calzado, que no me atreví a mirar. No se había movido un metro, debía estar apostado mayormente. ¡Vaya domingo que se ha debido de pegar el tío!

Esta vez no se dirigió a mi.....ni para dispararme, que detalle.

Pues que bien, si no me veis por aquí algún día es que alguien se está haciendo unas sopas con mi panceta porqué dejar de montar en bici, lo que se dice dejar de montar, va a ser que no.

*¿Que quiere decir YEEEEEEIAAAAAAAHHHHH cuando te diriges a una persona?......¿buenos días tenga usted? ¿Que buen día de campo compartimos? ¿Váyase a joder la marrana a otro lado?.

...No se, no se que quería decirme el buen hombre.

lunes, 3 de noviembre de 2025

El antes y el ahora del Erg Chebbí

 

Cuando comencé a ir a Merzouga era un pueblecito, sin carreteras, sin gasolinera con cuatro modestos alojamientos. Estos no disponían ni siquiera de electricidad. Allí íbamos cuatro todoterrenos y cuatro porretas a mirar estrellas, escuchar tambores y beber té, en el mejor de los casos, una coca cola caliente.

Dos décadas más tarde Merzouga ha dejado de ser el paraíso de unos pocos chalados que allí encontraban la evasión del día a día y quemaban adrenalina solo con llegar. 

Ahora todo ha cambiado, varias gasolineras, dos carreteras para trasladar por ellas decenas de autocares repletos de turistas arrastrando maletas con ruedines han hecho su efecto llamada y el Erg Chebbí se ha desbordado de hoteles, y las dunas de “haimas de lujo”. 

Todo tiene su fin y en el Erg Chebbí el Wali de Er-Rachidia ha decidido poner coto a todo ese sin sentido que poco a  poco ha ido infectando el arenal.

Ya se han desmontando todos los campamentos, legales e ilegales, que se han instalado en un continuo y abusivo goteo en el Erg y que a reclamo del nuevo turismo llegado allí, ya contaban con las mismas instalaciones que un buen hotel. ¡Hasta los cuartos de baño los alicatan y las haimas tienen su interruptor para dar luz y wifi!

Tal desmesura lo que ha conseguido es contaminar el lugar y perjudicar el acuífero que a tan solo cuatro metros tiene sus aguas bajo la arena yerma.

Es verdad que el turismo convencional ha sido la causa principal de tal situación, o quizás el remate, pero los Cuattreros también llevamos nuestra parte, exigiendo poco a poco que los alojamientos tengan electricidad, aire acondicionado, cerveza fría, wifi y agua caliente y si no, no era un buen alojamiento.

En cuanto al Erg, una cosa es atravesarlo en rutas de transición  y otra echar días en él, surfeando y bajando de rato en rato a bañarnos a las piscinas de los hoteles convirtiéndolo en un parque temático con quads, esquí, buggis y los TTs de un lado para otro en un circuito sin sentido.

 Nosotros no estamos exentos de culpa. Somos los primeros que hemos cedido a la comodidad, en detrimento de lo que hace unas décadas era aventura.