La usura en su estado puro

Entre todos, y con la ayuda de la responsabilidad de los Banqueros, seguro que salimos todos de la crisis...

Léase:

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Empresario gilipollas le da por construir -con la que está cayendo y sin necesidad-, 17 viviendas... por eso de que le han dicho que hay que dar trabajo y tal y ya que a él se la pela la crisis.

Para vender los inmuebles en construcción, la Ley exige al Promotor que avale las cantidades anticipadas por los clientes. Razonable es, que hay mucho "Gamba".

El Promotor, o Gilipollas propiamente dicho, pide una línea de aval al Banco, pongamos, Mmmm...al Banco Santander (Ejemplo aleatorio).

Banco:

Sr. Promotor (Gilipollas), tras exaustivo y costoso estudio la línea de avales ha sido concedida. El coste es de un 0.50 de comisión y un 2% anual de interés, peeeero...... las cantidades abonadas a cuenta por sus clientes en la cuenta especial de cantidades avaladas, no pueden ser usadas por usted, no ya para que se lo gaste en señoras, sino que tampoco para la financiación de la Promoción, quedando retenidas hasta la entrega del bien y buen fin de las obras, 24 meses.

Es decir, alguien entrega al empresario (Gilipollas) 10.000 euros a cuenta de un piso en fase de construcción. Esa cantidad el Gilipollas (Empresario) las ingresa en la cuenta avalada por la que paga un 2.5% anual para cubrir el riesgo (CERO) del Sr Adquirente a, pongamos por caso, el Banco Santander, cuyo riesgo también es CERO, pues lo retiene. Y la Entidad Bancaria no permite disponer para la ejecución de las obras al Promotor (Gilipollas en grado sumo), de esas cantidades. El Promotor construye.... con lo que le tocó en la Loteria de Navidad.

Concretando, el Gilipollas se gasta una pasta en publicidad, en edificar, y en mover la maquinaria laboral según encargo gubernamental para salir del hoyo. El Gilipollas asume el encargo por vicio, por dar trabajo y, POR GILIPOLLAS. Si vende algo, -jodido está- se lo entrega al Banco (pongamos por caso aleatorio, el Santander). El Banco, por hacerle el "favor" de avalarle a riesgo CERO, le cobra una comisión e interés, y mientras, el Banco utiliza ese dinero a su buen entender, interés y gusto. Valga la rebundancia o rebuznancia.

A la entrega de llaves, el Gilipollas termina la obra, sin ayuda de cantidades entregadas por el cliente -por retenidas- solo con el premio de la Lotería. Y el banco se embucha la pasta, el cliente el piso y el Promotor (Gilipollas) aplaude el número.

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Conclusión y decisión final: Retirar el cartel de venta, construir a sus lomos, ponerlo a la venta cuando esté terminado, y mientras, y durante 24 meses seguidos.....

¿Sr. Botín (por poner un ejemplo aleatorio), se puede usted ir a que le penetre un senegalés de dote mínima de 35 cm. el ano? Pago a gusto el 2% anual por verlo e incluso una comisión del 0.50%.