Pintan bastos en España

Carta de un empresario a sus empleados:

Sobra decir como está la situación.

Nuestra Empresa, a pesar de esta dura y larga prueba que estamos atravesando sigue respirando, saneada -de momento-, y capeando un duro temporal.... ¿pero cuánto tiempo?

Hemos pasado otras en España pero como esta ninguna, y las previsiones no son nada halagüeñas, esto va para muy largo, y en nuestro gremio, más.

Cualquier Empresa que durante dos años no consiga consolidar una sola venta, sin generar ingresos, no ya para acometer nuevas inversiones propias de su actividad, sino ni siquiera para atender los gastos generales, únicamente disponen para su supervivencia de dos alternativas:

-Una severa reestructuración, adaptándola a la situación actual.
-Su cierre.

La más cómoda, la segunda, sin duda. Retirada antes de que sea tarde, y a vivir la vida que son dos días.

La más responsable, la que la vocación de Empresa, tanto mi hermano como yo hemos mamado de nuestro padre, la continuidad y, "hasta que el cuerpo aguante”.

Dice el refrán: Sirve a quien te sirve.

Y en ello estamos y seguiremos estando mientras podamos nuestro padre, mi hermano y yo.

De momento, esperaremos acontecimientos. Si la situación no mejora todos deberemos de concienciarnos de ello y habrá que tomar medidas para reestructurar nuestra Empresa a los próximos años que se nos van a echar encima.

Eso supondrá sacrificios que deberemos de tomar todos, personal de obra y de administración. Y ya adelanto que severos.

Habrá que hacer una importante reducción de nuestros gastos generales, de forma unánime por todos.

La otra, si esta no es posible, será la de los despidos. Los necesarios para reducir a lo que la nueva situación permita absorber los gastos generales.

Para un Empresario esto es considerado como un fracaso. Que alguien, con el que has compartido durante años tu vida laboral se caiga en el camino es una frustración.

Estoy seguro que con la concienciación de todos, el positivismo y la imaginación, no será necesario.

Ahora es cuando más necesitamos de vuestra colaboración para sacar esta complicadísima situación adelante, no solo con la implicación máxima en la Empresa, que también, sino para que nos sirva de motivación para convencernos, de que aunque la opción indudablemente más cómoda y quizá coherente a tomar sería otra, también sería la más egoísta y materialista por nuestra parte.

Implanteable, no es lo que nuestro padre nos ha enseñado. Hay que seguir.