Todavía quedan EMPRESARIOS.
Le conozco de hace años y le acabé de conocer ayer. Miento, sabía que era así pero ayer lo ratifiqué. Aunque por edad bien pudiera ser mi hijo, es mi amigo. Aunque amigo, por cordura bien podría ser mi padre.
Por la diferencia de edad debería de enseñarle yo a él, pero esto no es cuestión de edad, sino de saber estar, DE SABER SER. España atraviesa momentos difíciles y es en estos momentos cuando se vé la valía de los EMPRESARIOS, esos "putos explotadores" para muchos.
Ayer estuve en su centro de trabajo y simplemente, flipé. Con la que está cayendo en España ver 10.000 m2 de industria con 250 empleados a pleno pulmón,llevando su sueldo a casa, pagando sus hipotecas, me hizo sentir MEJOR que bien. Admirable su labor pero más admirable es que el que mueve esa monstruosa máquinaría de dar puestos de trabajo en momentos tan críticos sea tan humano,sencillo, modesto y humilde como el último de sus empleados.
Soy Empresario -"puto empresario" para muchos- y aunque lo llevo mamando desde hace 30 años, ayer recibí una gran lección. Yo, después de décadas me he tenido que plegar a la situación, mi negocio no da más de si, he tenido que pasar por el duro trance de despedir a personas que llevaban conmigo décadas y plegar velas. Cuando ví ayer como tú, mi amigo, tenía bemoles para seguir tirando de esa monstruosidad de Empresa que tienes a pesar de lo difícil que te lo están poniendo, me sentí MEJOR que bien.
Y lo más cachondo ¿Todo para qué? ¿Para vivir como un Pachá? ¿Grandes casas? ¿Mejores coches? ¿Viajes a todo gas? Ni para eso vale, sus ratos libres son para su familia, sus amigos y su pueblo. Poca gente he conocido tan humilde, modesta, austera y sencilla como él. Tan humilde eres que me dá vergúenza hasta publicar tu nombre, seguro que hasta te molesto si lo hago. Eres un ejemplo, con muchos como tú no estaríamos donde estamos. Donde hemos caído, o donde nos han llevado.
Cada vez que oigo en las noticias a algunos desidentificados mentales poner en cuestión a los EMPRESARIOS, no conocen a algunos EMPRESARIOS. Muchos como tú y la Merkel trabajaría en mi casa de asistenta.
¿Y este rollo para qué? ¡Para mi! Quiero tener en mi blog un recordatorio para que cada vez que me tuerzo me recuerde que la sencillez es un gran valor que nunca hay que perder. El día a día es frío y egoista en la gran ciudad, necesitamos tener un referente que nos haga recobrar el rumbo.
Sirve a quien te sirve y sé sencillo, y si la vida te ha tratado bien, con más razón aún, cuando pases por la tierra de los tuertos, cierra un ojo.
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