Señor Presidente, muchos -no todos, tampoco te lo vayas a creer- pensamos que lo que estás haciendo es lo que hay que hacer, lo único que se puede hacer, no hay otra. La caja está vacía. El sistema se ha desmoronado. El sueño del estado de bienestar tenía vencimiento. Era una utopía.
El gran sueño de que unos pocos millones tuviésemos suficiente capacidad para mantener con nuestra aportación a funcionarios, desempleados y jubilados en proporción de 3 a 1 era un sueño imposible con fecha de caducidad.
Si a eso le sumamos una Sanidad gratuita, una Educación gratuita, una Justicia gratuita y las aportaciones a Obras Sociales....en fin....los sueños sueños son.
Todos lo deseamos pero basta una simple gestión contable y no solo estar en Babia para comprender con cuatro números que hagamos que unos pocos no pueden alimentar a esa gran bestia social que es el Estado del Bienestar que todos deseamos. Los sueños sueños son.
Pero.....compañero, tú te emperraste en que querías ser el Jefe y pocos escrúpulos has tenido para conseguirlo.
Has conseguido tu ansiado pupitre con el engaño, eres un embustero. Eres la filigrana de la trilería.
Has conseguido tu parcela por la vía del timo. A la tercera, y por desgaste de los otros lumbreras te has llevado al huerto a unos cuantos millones de españoles para meterles en vena el “conmigo no se va a subir nada” y algunos creyeron entender que “Os voy a sacar de la crisis por birlibirloque” y tanto te creyeron que te has tirado a sacarles el voto por la manga. Y unos milloncetes de incautos, de desencantados, de aburridos de la negligencia y la caradura de tus antecesores, y antes de que volvieran a salir los “Sociales” (Vaya jeta) hubieran votado al mismísimo diablo, aunque ese diablo seas tú.
Ya has engañado a la mitad de los españoles, felicidades, eres el Jefe, el puto Jefe ¡Que honor con deshonor! Poco falta para que quienes te dieron su confianza -ya no tantos- en un contínuo e imparable flujo te den la espalda. Te quedarás solo con tu "hinchada", esos que te votarían aunque les meases encima. Pero esos son muy pocos. Ya verás que pocos son.
Te has llevado la Presidencia con deshonor. Eres un ruin. Y te sobrará cuajo para soltarnos el: “Es que cuando llegué a la presidencia y abrí el cajón no me podía imaginar que estuviera vacío”. Porque entonces además de embustero eres tonto. Y si lo primero es malo, lo segundo es peligroso, muy peligroso.
El orgullo de representarnos se lo debes a la ineptitud del anterior. Tu poder es la negligencia de tu contrario.
Enhorabuena, ya eres el jefe. Un jefe sin escrúpulos, un jefe sin honor y sin vergüenza. Haces magia para ciegos y aún así te han hecho falta 3 intentos para que no te pillen el truco golfo.
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