Este año he
tenido la más dura pérdida de toda mi vida, algo que no busqué pero me encontré
de cara y por más que hice, hicisteis e hicieron, no encontramos el camino de
su solución. No solo basta luchar y no todo es querer.
También he
tenido otras pérdidas que no por voluntarias no son dolorosas, amistades de
toda una vida, los mismos senderos seguidos desde la niñez y un mal paso en un
segundo los divergió.
Ha habido
otros caminos compartidos y mal caminados desde el inicio, y que este año
encontraron por fin su ineludible bifurcación.
También he
creado nuevos caminos con nuevas gentes que por fin la vida encauzó para
encontrarnos y parece que seguimos la misma trazada.
Lo perdido
bien está recordar unos, aunque duele. Mejor olvidar otros, si no los supimos
mantener quizás es que no lo merecíamos.
Pero lo
realmente inapreciable es velar por lo que se mantiene, alimentar lo que acaba
de nacer y continuar el camino con los que te quedan, en mi caso muchos. Y
sobrepasa fallar o defraudar. Abruma compartir camino con tantos todavía y no
saber si llegarás.
Los perdidos
sin buscarlo los recordaré, los buscados olvidaré, los que mantengo cuidaré.
Mi temor, no
saber si lo conseguiré.
No todo es
querer.
Solo una foto. Tengo unas cuantas más apartadas de los muchos que este mal año me cuidaron y alguno que cuidé, pero las dejaré en mi carpeta del 2.016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario