¡Gracias niña!

Poco me queda ya para mi próximo viaje. Un viaje más, aunque para mi, el primero. Todos los que hago son el primero.

Me entristece pensar que el viaje se me está acabando ya. Los viajes comienzan cuando los dibujas en la mente, cuando contactas con tu gente, cuando oyes los primeros: "¡voy!" cuando preguntas y te preguntan todas esas dudas que se agolpan, cuando te dicen: "mañana te contesto ¡pero voy como sea!" cuando haces el equipaje. Y comienza a terminar cuando partes, cuando el sueño acaba y empieza la realidad, cuando haces los primeros kilómetros hacia el punto de salida.

Estos últimos años he hecho muy bonitos viajes. Unos duros, otros muy duros, son los que me dejan descansar. Supongo que tan bonitos, tan grandes y tan enriquecedores como cualquiera de los vuestros. Por eso todos los que tenemos la posibilidad y la suerte de tener unas familias como las nuestras, que de cuando en cuando nos estiran la correa y nos dicen: ¡Anda, vete, que si no vas a reventar! y nos sueltan el grillete para que echemos a correr una mañana, un día, una semana, sabéis de lo que estoy hablando.

Cada vez que me voy mi padre me dice: ¿Pero y tu familia? ¿Cómo te vas sin ellos?
Porque tengo esa gran suerte papá. Soy un hombre de negocios, tú me enseñaste a serlo y cuando me casé, hice el negocio de mi vida, me casé con Chelo ¿Te parece mal negocio?

Ya queda poco para salir. En la cabeza tengo muchos, tanto en bici como en TT, el Camino de Santiago, tropecientos Marruecos, Mauritania, El Cañón del río Lobos, Rumanía. Picos de Europa........ y muchos más. Ahora toca el primero otra vez, otra vez volver a vivir con unos y revivir con otros lo que solo unos poquitos tenemos la suerte de sentir, que alguien nos de correa, nos abra el grillete, nos azuce y nos espere a nuestro regreso.

¡Vámonos! que cada gota de sudor, cada gramo de adrenalina, cada minuto de tensión que nos va a tocar echar allí es un suma y sigue a lo que ya llevamos juntos.

¡Buen viaje!

Y gracias niña. Más de 40 años juntos y me sigues dejando de cuando en cuando, respirar.

Te quiero ¡que coño! Que uno es muy mamífero pero también tiene su sentir ¡Ostias!