En 3 días segunda edición. A ver...
Preparamos el recorrido abriendo las rutas con las pistas que ya conocía de hace años cuando las rodaba en TT y las completamos con alguna que pillamos por el wikiloc. Queríamos acometer los 3 macizos y trabajando en el Compe conseguimos cerrar el círculo en un recorrido que aparentemente, en la pantalla de un ordenador , parecía viable. Salían 300 km. pero por algún motivo al calcular las altitudes el Compe nos daba una altitud acumulada de 16.000 metros…glubs….acojone.
No podía ser, yo le calculaba a las malas 12.000 m. así que mantuvimos los planes y si al final el Compe tenía razón la ruta era inviable y al tercer día estábamos en la playa tomando mojitos.
44 km. 1.150 metros de altitud acumulada.
El sábado
madrugamos, queremos estar en Llánaves de la Reina a media mañana para
llegar a comer a Potes. Cuando llegamos está ya esperándonos Daniel, un
amigo que se incorpora con nosotros.
A la una
comenzamos el ascenso al puerto de San Glorio y de aquí al mirador del
Oso (Cajamadrid). Empezamos un largo descenso hasta el pueblo de
Cosgaya, una pista con bastante desnivel y
piedra muy suelta que al llevar alforjas hacen trabajar frenéticamente a
nuestros frenos, obligándonos a parar en varias ocasiones a enfriarlos.
La bajada le supone a Daniel dos oxtiones así, para desayunar.
Llegamos abajo con 4 pinchazos. Un enlace por carretera nos lleva a Potes donde nos apretamos unos bocatas en la estación de autobuses y después de fundirle todos los aquarius seguimos camino. En unos kilómetros empezamos nuestra primera trepada y el ascenso estrella del día al collado Pelea con unas rampas interesantes que Luis sortea con fuerza, los demás “preferimos pasear nuestras bicis andando”. Un pequeño descanso en el Collado comentando quien es el figura que diseña esas pistas y que desde luego en los ciclistas no estaba pensando y nos tiramos nuevamente a tostar nuestros frenos. Yo debo de parar, mis frenos no responden no pueden parar mi bici con el peso de las alforjas y la pendiente supera l 25%.
Llegamos abajo con 4 pinchazos. Un enlace por carretera nos lleva a Potes donde nos apretamos unos bocatas en la estación de autobuses y después de fundirle todos los aquarius seguimos camino. En unos kilómetros empezamos nuestra primera trepada y el ascenso estrella del día al collado Pelea con unas rampas interesantes que Luis sortea con fuerza, los demás “preferimos pasear nuestras bicis andando”. Un pequeño descanso en el Collado comentando quien es el figura que diseña esas pistas y que desde luego en los ciclistas no estaba pensando y nos tiramos nuevamente a tostar nuestros frenos. Yo debo de parar, mis frenos no responden no pueden parar mi bici con el peso de las alforjas y la pendiente supera l 25%.
Llegamos a Bejes y nos alojamos en el albergue de la aldea donde nos recibe el hospedero, un simpático tipo con una coleta de chino siglo XIX que vive con su mujer y un perro sordo y medio ciego que se va dando mamporros con todo lo que se encuentra.
Daniel dice que
la ruta se le atraganta y piensa en abandonar al día siguiente. Nos
dice que no tiene nada claro que esté disfrutando con este concepto de
MTB. Le animamos a seguir un día más aunque le explicamos que si “Lo
está pasando mal” está en la misma situación que nosotros, pero si “SE
lo está pasando mal” éste no es su forma de entender la bicicleta de
montaña. Ya descansado parece que lo ve de otra forma y decide
continuar.
Una cenita de sopa de fideos y pollo y tras breve charla nos vamos a la cama donde Luis se va dando ostias con todo lo que se encuentra en su camino hasta llegar a su litera. Cuando deja de golpear todo el albergue con su cabeza conseguimos conciliar el sueño.
Domingo 7 de Julio
35 km. 1.700 metros de altitud acumulada.
Tras un buen
desayuno nos despedimos de nuestros hospederos, cargamos agua y
emprendemos la marcha. Salvo un corto descenso a Sotres el resto de la
ruta es de subida continua sin dar descanso. Paramos en Sotres a
gestionarnos unos fiambres en Casa Cipriano y emprendemos los últimos 9
km. con un ascenso de 900 metros hasta el hotel- refugio de Áliva.
La subida se
nos atraganta y el grupo se rompe, lo mejor es subir cada uno a su
ritmo. Conseguimos llegar, bastante agotados pero contentos de haber
conseguido finalizar otra etapa que aunque corta en kilómetros no da
mucho margen al descanso. Daniel llega con más de media hora de retraso.
Parece que vuelve a decidir que ese es su último día… bueno… cuando
recobre el aliento y duerma un rato probablemente vuelva a cambiar de
idea.
Por la tarde
algunos vamos paseando hasta el mirador del teleférico para hacer tiempo
hasta la cena. El entorno no voy a gastar tiempo en describirlo, sería
imposible, hay que verlo.
Cenamos, nos metemos unos orujos y nos vamos a dormir, mañana tenemos otra que como las anteriores acometemos con miedo por las altitudes que nos daba de referencia el compe al prepararlas.
Lunes 8 de Julio.
39 Km. 1.050 metros de altitud acumulada
Comienza el día
con una potente bajada de 9 km. hasta Espinama y un ascenso de 5 km.
hasta Fuente Dé, la base del teleférico. Descendemos mil metros que
posteriormente deberemos de recuperar ascendiendo
a Pandetrave. En Fuente Dé arranca la pista con duras subidas que nos
tomamos con tranquilidad y reservándonos pensando en los días que quedan
por delante, aunque empezamos a ser optimistas viendo que las
previsiones de los 16.000 metros anunciados son un error.
Llegando a Pandetrave Juan no se perdona haber dejado la cámara réflex en el coche y decide desviarse al coche 20 km. a por ella. Daniel decide retirarse, va penando mucho y creo que piensa que nos está retrasando. Yo llevaba ya convenciéndole dos días de que siguiese y ya prefiero no insistir, su MTB es otro. Nos despedimos y seguimos por una bonita y técnica senda el descenso hacia Posada de Valdeón donde comemos.
Solo nos queda descender 9 km. hasta Cain. Paramos en una torrentera donde el agua al golpear en su caída crea un vapor que nos refresca y nos quedamos allí bajando la temperatura.
En Caín nos
alojamos en el albergue (no recomendable huele mal debido a un perro
podrido que vive con ellos, que le permiten el paso a la cocina y que
aunque la comida es abundante hay en el pueblo otras opciones por el
mismo precio y más variedad.) Damos un paseo iniciando el desfiladero
del Cares y refrescándonos en la orilla del río donde Oscar sigue
agotando las existencias de helados del Parque Nacional.
Después de
cenar algunos se van a dormir y otros aguantamos hasta la llegada de
Josete que se incorporaba al viaje. Llega a la una y nos vamos a dormir
pues decidimos iniciar el desfiladero a las seis de la mañana con el fin
de estar a las 8:00 en Puente Poncebos y así no incordiar a los
senderistas que madrugan para hacer el desfiladero.
Martes 9 de Julio.
65 km. 2.200 m, de altitud acumulada.
A las 5:15 nos levantamos, algunos hemos dormido menos de 5 horas, la petada promete, es la etapa estrella, nos despedimos
de un ciclista que llegó la noche anterior y que como no llevaba
despertador me encargó avisarle. Se encendió un porro se montó en la
bici y se fue.
Antes de amanecer y
puntuales salimos. A las 8:00 estamos en Poncebos y como estaba todo
cerrado decidimos tirar hasta Arenas de Cabrales y quitarnos algún
kilómetro. Allí desayunamos tomándonoslo con tranquilidad, son las 9 de
la mañana y nos hemos quitado 20 kilómetros.
Cogemos agua e iniciamos por carretera la subida hacia Benia de Onís donde comienza el ascenso a los Lagos por el lado heavy. Yo me encuentro fuerte y voy tirando, los demás creo que por el efecto compe y su altitud total acumulada siguen reservándose.
Cogemos agua e iniciamos por carretera la subida hacia Benia de Onís donde comienza el ascenso a los Lagos por el lado heavy. Yo me encuentro fuerte y voy tirando, los demás creo que por el efecto compe y su altitud total acumulada siguen reservándose.
Yo, ya desprendido del “síndrome Compe” que nos daba la altitud de 16.000 metros y convencido ya de que era un error subo fuerte hasta arriba, la reserva de los días anteriores me ha venido bien y consigo llegar arriba fresco. Allí esperamos a los demás y tras 500 metros por un pedrolar donde los rebecos van con muletas llegamos a las últimas praderas que nos dejan en el lago Ercina, comemos y seguimos al Enol. Allí iniciamos la pista hasta el refugio de Vegarredonda donde en 4 kilómetros hay un cartel indicativo de “prohibido bicicletas”.
Porteándolas vamos avanzando y en unas pallozas las candamos, las escondemos y seguimos andando hasta el refugio de Vegarredonda. Yo llevo lo justo, la documentación y el saco pero algunos llevan más equipaje que la Piquer, no entiendo muy bien porqué trasladan tanto para pasar una noche. El cartel de “prohibido bicis” sobraba, no se pueden ascender los 500 metros de altitud empujando bicis y con alforjas y después del duro día imposible.
Ya en el albergue los valientes se ducharon con el agua gélida de Vegarredonda, yo decido lavarme como las mozas en los pueblos, chof, chof en los sobaquillos y despachado, que la mugre conserva, te protege, y te hace vivir más años. Una grata charla con el guarda del albergue que nos contó como trasladaba los víveres entre su viejo Suzuki y sus tres caballos y cena temprana. A las 10 estábamos todos durmiendo y acunando a Luis y sus sueños nocturnos.
52 km. y 850 m. Altitud acumulada.
Óscar con su
tobillo castigado decide no subir al mirador de Ordiales y Pedro le
acompaña. Josete tras varias visitas al aseo decide finalmente no
perderse las vistas. En una hora llegamos al mirador, donde vemos mil
metros más abajo por donde vamos a pasar en dos días. Descendemos,
recogemos el resto del equipaje en el refugio y regresamos a por
nuestras bicis que ya nos tenían preparadas Oscar y Pedro.
Bajamos el primer tramo por carretera hacia Cangas y antes de Covadonga nos desviamos para seguir por pista. Al principio muy rota y un despiste nos hace perder el track por lo que para no retornar decidimos tirar de cartografía y bajar hasta la carretera por otro valle. Llegamos a Intriago y aquí volvemos a improvisar para no ir hasta Cangas por carretera y en Corao tomamos una pista paralela a la carretera que nos lleva junto al rio hasta Cangas donde en el puente Oscar sigue devorando helados y nosotros Acuarius. (Si alguno seguís los track, esta pista no viene pero es fácil de localizar. Siempre junto al río.)
Bajamos el primer tramo por carretera hacia Cangas y antes de Covadonga nos desviamos para seguir por pista. Al principio muy rota y un despiste nos hace perder el track por lo que para no retornar decidimos tirar de cartografía y bajar hasta la carretera por otro valle. Llegamos a Intriago y aquí volvemos a improvisar para no ir hasta Cangas por carretera y en Corao tomamos una pista paralela a la carretera que nos lleva junto al rio hasta Cangas donde en el puente Oscar sigue devorando helados y nosotros Acuarius. (Si alguno seguís los track, esta pista no viene pero es fácil de localizar. Siempre junto al río.)
Seguimos ruta hacia el desfiladero de los Beyos, inicialmente por pista y luego por carretera. Un receso para bañarnos en el rio y al salir nuevamente a la carretera vemos un bar donde nos comemos unos bocadillos. Más adelante paramos a darle su ración de helados a Oscar y ya, cada uno a su entender y ritmo llegamos al desfiladero de los Beyos.
El complejo
está llevado por dos rumanas que una vez que nos pasan los DNI y nos dan
las llaves y el gorrito para la piscina se ponen el bikini y se suben a
la piscina con nosotros. Yo no entiendo nada, si están aquí quien está
llevando el negocio. Y las tías se meten en el spá delante de nosotros.
Por un euro te dabas chorros una hora.
Cenamos y salimos un rato fuera a ventilarnos los orujos y a dormir.
25 km. y 1.430 m. altitud acumulada.
Tenemos que
deshacer 4 kilómetros del día anterior y a partir de aquí llegar hasta
Amieva en otros 4 km. todos en ascenso. Del pueblo sale también en
subida la pista que nos llevará a la central eléctrica y más adelante al
embalse de la Jocica.
Teníamos dos opciones, ir hasta el refugio de Vegabaño por el embalse de la Jocica o ir por la senda del Arcediano. Tras trastear unos días por internet y leer que por el Arcediano era inciclable y preguntar los días previos al viaje a gentes de la zona cual era mejor opción, decido que por la Jocica, aunque menos bonito era la elección buena.
¡Redié! Desde
que llegamos a la Jocica hasta casi Vegabaño no monté en la bici ni 500
metros. Nos chupamos 4 horas empujando la bici y sorteando unos
escalonarros y unos pedrolos más grandes que mis cojones.
Con los 30
kilos de bici-mochila-alforjas fue el petadón del viaje que dejó el día
estrella de la subida a Picos en una excursión de ninfas vírgenes por el
paraíso de los elfos.
Eso no acababa
nunca. Yo me adelanto al grupo, pues ya como jaco viejo la experiencia
me ha enseñado que este es el momento de ponerme a parir el grupo y así
no les oigo lo mucho que me quieren.
Solo nos encontramos con un senderista que me dice:
- ¡Pero que hace usted aquí con una bici! ¿Pero señor usted sabe donde se ha metido?
-Pues no sé, yo lo vi en un mapa.
-¿Y esas voces que se oyen a lo lejos es un grupo que viene con usted?
-Si, son amigos míos pero como me insultan he decidido adelantarme y así solo oigo su eco.
-¡Pero señor, quien le ha dicho a usted que por aquí se meta con una bicicleta!
-Mire, lo que
han hecho no es nada comparado con lo que les falta, no han hecho ni la
cuarta parte y lo que viene es mucho peor, todo son peldaños y los
últimos 800 metros es una ascensión a pelo que no podrán subir el peso
de las bicicletas, se van ustedes a deshidratar antes de llegar, le
recomiendo que se busquen una sombra y a las 6 de la tarde retomen el
camino que van a tardar muchas horas en conseguir salir de aquí y mejor
sin sol.
A mi las nubes que venían del oeste no me hacían ninguna gracia. Mejor seguir.
Me despido de
mi pesimista amigo y convengo con él que no diga nada a los demás de la
liada que tenemos. Con uno solo con ganas de suicidarse mejor.
¡Joder le faltó tiempo! Les oigo cuando se cruzan que le preguntan ¿falta mucho?
-No puedo decírselo, me ha dicho el de delante que no les diga nada.
Y de fondo le oigo que dice, no llevan ustedes ni la cuarta parte.
¡Valiente cabrón insolidario!
Decido apretar y volver a dejar distancia con el grupo para no oírlos.
Llegamos a una fuente que nos da la vida a todos, yo les llevo como media hora de ventaja y decido seguir antes de que me alcancen. ¡Allí estaba el postre! 800 metros de subida cruel empujando la bici a metro de altitud por paso dado.
Ya arriba
parece que las cosas se ven de otra forma. Llegamos al refugio, lugar
paradisiaco. El refugio tiene una decoración que sobrecargada es poco.
Todo el refugio dedicado a gnomos.
Cenamos fuerte.
De primero Ensalada de pasta y Lentejas, nos pimplamos un plato de
cada. De segundo lomo en salsa, huevos y unas bolas de no se qué, mitad
buñuelo, mitad croqueta.
Pasamos la noche en una habitación de 5 metros cuadrados donde dormimos los 8 y todavía había sitio para otro. Yo paso media noche sorteando los aspavientos nocturnos de Luis y sorteando sus mamporros al aire. ¿Y no va el tío y me dice al día siguiente que no ha pegado ojo? ¿Entonces todas las ostias que soltabas eran conscientes? Joder Luis desde que haces triatlón has perdido parte de masa de arriba.
40 km. y 900 m. altitud acumulada.
(Para
cerrar el círculo hasta Llánaves y dado que nosotros acabamos en Posada
de Valdeón hay que sumarle otros 900 metros de altitud y 35 km. más.)
Bajada hasta el
pueblo donde nos pasamos del track por lo que ascendemos al Puerto del
Pontón por carretera, de aquí al puerto de Panderueda y aquí algunos
deciden bajar por carretera y otros bajamos por el viejo camino de
Posada. Un acierto, preciosa pista entre hayas que nos deja en el mismo
pueblo. Se acabó.
Más de 300 km. y cerca de 10.000 metros de altitud positiva acumulada han cerrado el círculo.
-Si alguien piensa realizarlo mi apreciación es:
-Dificultad técnica media-baja.
-Dificultad física alta.
-Zona de Jocica: Dificultad física EXTREMA. (El guarda de Vegabaño recomienda hacerlo por el Arcediano)
-Desfiladero
del Cares y Acercamiento a Vegabaño por normativa hay que portear la
bici. Y el desfiladero muy temprano para no molestar a los senderistas.
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