Tras
más de 6.000 km. recorridos atravesando 10 países hemos llegado a
España. El viaje ha sido muy intenso y con momentos fuertes pero todos
eclipsados con el accidente de uno de los Toyotas con 4 ocupantes a
bordo.
Transitábamos por una estrecha pista con un gran terraplén de fuerte desnivel a nuestra izquierda y espesa vegetación que no dejaba ver más allá de 2-3 metros, antes había un paso complicado con inclinación lateral y un árbol cruzando el camino que algunos vehículos superaron pero se movió y tuvimos que bajarnos a apalancar y retirarlo del camino, mientras lo hacíamos, oíamos voces delante de nosotros a unos 200 metros.
Transitábamos por una estrecha pista con un gran terraplén de fuerte desnivel a nuestra izquierda y espesa vegetación que no dejaba ver más allá de 2-3 metros, antes había un paso complicado con inclinación lateral y un árbol cruzando el camino que algunos vehículos superaron pero se movió y tuvimos que bajarnos a apalancar y retirarlo del camino, mientras lo hacíamos, oíamos voces delante de nosotros a unos 200 metros.
Había 3 coches
delante de mi de los 12 que formábamos la expedición en ese momento.
Según me acerco oigo voces de socorro e inmediatamente Chelo viene hacia
mi corriendo y diciéndome que uno de los coches se ha despeñado. A la
vez gritos por las emisoras de una de las mujeres que iban delante:
¡Acudid todos los hombres, deprisa!
Corremos hacia donde nos indican y me encuentro a uno de los accidentados que ha salido por la ventanilla y me dice ¡Ignacio rápido hemos caído allá abajo!
Corremos hacia donde nos indican y me encuentro a uno de los accidentados que ha salido por la ventanilla y me dice ¡Ignacio rápido hemos caído allá abajo!
¿Allá abajo donde? Yo no veo nada Raul.
¡Abajo, abajo, hemos dado vueltas de campana, mi familia está atrapada abajo.
El
camino había hecho un amago de ceder al paso de los dos primeros coches
y cuando pasó el tercero cedió definitivamente al paso de la rueda
trasera izquierda y el coche había bajado volteando hasta apoyarse en un
árbol 50 m. más abajo.
Una fuerte vegetación
impedía ver el automóvil. Bajamos como pudimos, había mucha pendiente,
mucha maleza y era difícil hacerlo. Cuando llegué el coche estaba
apoyado sobre su lateral derecho y todavía había 2 personas dentro, una
de ellas de gran corpulencia en el asiento del copiloto en muy mala
situación.
Aseguramos el coche, pues amenazaba
vuelco hacia la zona desde donde trabajábamos en el rescate. Tras los
primeros auxilios de las 2 compañeras enfermeras del grupo empezamos a
valorar como poder sacarle del coche y lo que es peor, como subirle los
50 m. que nos separaban del camino. Era momento de estar tranquilos y
enfriar la mente, yo veía muy complicado subirle con lo voluminoso que
era y en la situación que estaba hasta arriba, pero no había otra, allí
ningún medio podría llegar salvo bomberos y podían tardar mucho en
hacerlo y con lo mal que estaba podia ser tarde.
Estaba
muy dolorido y por el frontal era la única posibilidad, aunque estaba
muy deformado, en las fotos se puede ver el espacio que quedaba para
sacar un herido de 63 años y con la corpulencia que tenía. Tenía muchos
dolores en el pecho y en un hombro que nos dificultaba más el rescate.
Finalmente pudimos sacarle del coche, atenderle más cómodamente e inmovilizarle, después improvisamos una camilla con una plancha de arena e hicimos un arnés con las eslingas que teníamos que le pudiera mantener más o menos sujeto a la plancha mientras le izábamos.
La plancha tenía 80x35 cm. demasiado pequeña para la corpulencia de Jorge, había que asegurarle por los laterales pues la trepada que teníamos era importante y su espalda era difícil estabilizarla en esa superficie.
Una vez preparado empezamos a trepar trasladándole metro a metro, levantando a pulso y a los pocos centímetros volviendo a posarle en el suelo. Cada paso que dábamos todos nos íbamos al suelo de lo escurridizo y empinado del terreno y que las fuerzas ya flaqueaban, teniendo cada paso que dábamos descansar y reorganizar la posición, había muy poco espacio para poder subir su peso entre varios.
Finalmente tras dos largas horas llegamos arriba ante la emoción y lágrimas de todos los que arriba esperaban nerviosos la evolución del rescate sin poder ver nada pero oyendo nuestras voces. En ese momento llegaron en un tractor los sanitarios rumanos, le atendieron, le montamos en uno de nuestros coches y le acercamos por una durísima trialera hasta la ambulancia que esperaba a 4 kilómetros en una bajada que fue un infierno para Jorge.
El coche tenía muy mala pinta recuperarlo, nuestros cabrestantantes no podrían con él ni trabajando 2 juntos, como estaba el coche podía dar una oposición de más de 10.000 kg. y nuestros winches solo podrían con 4.000 cada uno y poco tiempo pero el tractor que se usaba para la extracción de los árboles de los montes tenía un potente cabrestante con el que conseguimos en unas horas recuperar el coche que muchos dábamos por perdido y devolverlo al camino.
Tras la emoción de todos de haber salvado una vida y los nervios de algunos que aguantaron los momentos de tensión para explotar cuando sacamos por fin a Jorge nos relajamos y nos dimos cuenta de la realidad, donde cayó, o le sacábamos nosotros o ahí no había posibilidad de evacuación alguna ni en helicóptero, descansamos un poco pero todavía quedaban por pasar por la zona donde cedió el terreno 8 coches.
Finalmente pudimos sacarle del coche, atenderle más cómodamente e inmovilizarle, después improvisamos una camilla con una plancha de arena e hicimos un arnés con las eslingas que teníamos que le pudiera mantener más o menos sujeto a la plancha mientras le izábamos.
La plancha tenía 80x35 cm. demasiado pequeña para la corpulencia de Jorge, había que asegurarle por los laterales pues la trepada que teníamos era importante y su espalda era difícil estabilizarla en esa superficie.
Una vez preparado empezamos a trepar trasladándole metro a metro, levantando a pulso y a los pocos centímetros volviendo a posarle en el suelo. Cada paso que dábamos todos nos íbamos al suelo de lo escurridizo y empinado del terreno y que las fuerzas ya flaqueaban, teniendo cada paso que dábamos descansar y reorganizar la posición, había muy poco espacio para poder subir su peso entre varios.
Finalmente tras dos largas horas llegamos arriba ante la emoción y lágrimas de todos los que arriba esperaban nerviosos la evolución del rescate sin poder ver nada pero oyendo nuestras voces. En ese momento llegaron en un tractor los sanitarios rumanos, le atendieron, le montamos en uno de nuestros coches y le acercamos por una durísima trialera hasta la ambulancia que esperaba a 4 kilómetros en una bajada que fue un infierno para Jorge.
El coche tenía muy mala pinta recuperarlo, nuestros cabrestantantes no podrían con él ni trabajando 2 juntos, como estaba el coche podía dar una oposición de más de 10.000 kg. y nuestros winches solo podrían con 4.000 cada uno y poco tiempo pero el tractor que se usaba para la extracción de los árboles de los montes tenía un potente cabrestante con el que conseguimos en unas horas recuperar el coche que muchos dábamos por perdido y devolverlo al camino.
Tras la emoción de todos de haber salvado una vida y los nervios de algunos que aguantaron los momentos de tensión para explotar cuando sacamos por fin a Jorge nos relajamos y nos dimos cuenta de la realidad, donde cayó, o le sacábamos nosotros o ahí no había posibilidad de evacuación alguna ni en helicóptero, descansamos un poco pero todavía quedaban por pasar por la zona donde cedió el terreno 8 coches.
Algunos
dudaban si dar la vuelta, impactados por lo acontecido, todavía se veía
el paso a superar mucho más estrecho de lo que realmente era. Con
marchas cortas, ocupando los vehículos únicamente el conductor y
dirigiendo desde fuera la parte más delicada del paso, alcanzamos todos
al otro lado. No todos pudieron mirar la operación de paso, se veía la
zona cedida tan mal que se daban la vuelta para no verlo.
Probamos el coche tras dejar estabilizar los aceites, ¡arrancó incomprensiblemente! por lo que lo trasladamos protegido por otros 2 todoterrenos a 80 km. donde el RACC los peritos que vieron las fotos dictaminaron siniestro total por lo que el coche no podía ser repatriado. Aún así se trasladará a España por medios privados para aprovechar las piezas ya que tenía una gran preparación para Raid.
Jorge, el único de los 4 que sigue hospitalizado será repatriado mañana con un avión medicalizado.
Después de lo vivido, podemos decir que hemos tenido una gran suerte. Los chiquillos muy impactados por lo allí vivido pero en todo momento estuvieron subiendo y bajando el terraplén asistiéndonos a los que abajo estábamos con agua, medicación, herramientas, etc.
Un gran trabajo de equipo que dio un feliz resultado.
¡Jorge recupérate pronto!
Probamos el coche tras dejar estabilizar los aceites, ¡arrancó incomprensiblemente! por lo que lo trasladamos protegido por otros 2 todoterrenos a 80 km. donde el RACC los peritos que vieron las fotos dictaminaron siniestro total por lo que el coche no podía ser repatriado. Aún así se trasladará a España por medios privados para aprovechar las piezas ya que tenía una gran preparación para Raid.
Jorge, el único de los 4 que sigue hospitalizado será repatriado mañana con un avión medicalizado.
Después de lo vivido, podemos decir que hemos tenido una gran suerte. Los chiquillos muy impactados por lo allí vivido pero en todo momento estuvieron subiendo y bajando el terraplén asistiéndonos a los que abajo estábamos con agua, medicación, herramientas, etc.
Un gran trabajo de equipo que dio un feliz resultado.
¡Jorge recupérate pronto!
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