-NO TE PREGUNTES SI ERES FELIZ, PREGÚNTATE SI HACES FELICES A QUIENES TE RODEAN.

martes, 20 de septiembre de 2016

Tesón o terquedad


Dejó joven la bicicleta, esas viejas bicicletas plegables que su padre le arreglaba los pinchazos de sus endebles ruedas cada vez que volvía. Después creció, aparcó en un rincón su vieja bicicleta y la olvidó.

Treinta años después decidió seguir a su hijo y compró una nueva bicicleta. ¡Que rara es pensó!, ¡toda llena de palancas! En poco tiempo su recuperada afición de la niñez le pedía más, más y más. Ya no la usaba para ir al parque, su hijo, joven aún, empezó a quedarse atrás y pronto ya los llaneos y los paseos no le dejaban satisfecho.

Empezó a subir su intensidad y en unos meses ya empezó a meterse por zonas más complicadas. Su escasa –su nula- técnica le tenía más en el suelo que sobre la bici pero él decidió seguir.

Nunca había estado en urgencias pero en un año ya la había visitado 4 veces. Sus barrigudos amigos se reían de él:

¿Pero como se te ocurre a estas edades hacer el indio con una bicicleta?

¿Qué te quieres demostrar? ¡Vente a echar un mus!

Pero él decidió seguir.

Su familia se preocupaba de tantas caídas y lesiones. ¡Debes dejarlo ya! ¿Por qué te ha dado por esto? ¿Porqué no haces lo que el resto de la gente de tu edad?

Pero él hacía oídos sordos y decidió seguir.

Seguían las caídas, rara era la salida que no cataba el suelo. ¡Da igual! Debo seguir.

No podía dejarlo, en tan poco tiempo había descubierto tantas sensaciones..... emociones.......sufrimiento......lucha.....¿como voy a apartar ahora estos nuevos y descubiertos sentimientos de mi lado?, se decía.

Debo de seguir

Ahora es cierto que se viven muchos más años que antes y hay que llegar a esa prolongada vejez con cierta calidad. Tantas caídas pensaba, me pasarán factura, aún así, prefería no echar el pié a tierra que sería lo más procedente y se obstinaba en seguir intentándolo.

Lo que se hace en cualquier faceta de la vida sin entregarse al límite, sin dar todo de ti, sin sufrir, no te hace grande, decía.

En la vejez, lleno de dolor, de antiguas lesiones, de viejas caídas, ya veré que hago, pero ahora........ debo de seguir.

....¿Lo mejor?... Concluí un día que me consideraría licenciado en ciclismo cuando el uso de la tarjeta Decathlón mensual superase a la de Sanitas.....estoy en el buen camino.....creo.







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