-NO TE PREGUNTES SI ERES FELIZ, PREGÚNTATE SI HACES FELICES A QUIENES TE RODEAN.

sábado, 4 de abril de 2009

Ruta TT a Galicia y Portugal

“Bruxas piruxas, malas muyeres”






Jueves 22

Salimos sobre las doce Llegamos a la Casa Cruceiro sobre las ocho.
Lo primero, presentarnos al bar del pueblo y sondear el ambiente. Hechas las presentaciones, comenzamos a beber bajo la atenta mirada de Ojo Taba, un lugareño empeñado en enseñarnos sus patatas y darnos conversación.
Ojo Taba trabaja en el bar, sentado. Calentando la silla que según vamos llegando al bareto nos va cediendo amablemente mientras calienta otra para el siguiente.


Conocemos el "chamizo" del cura, muy querido y defendido por el pueblo, un palacio de quitar el hipo que le ha cedido el arzobispado supongo. La placita, con sus decorados y artesonados, muelles y somieres, chamarilería y escombros. La iglesia, donde durante los nueve días que nosotros estamos, la gente se acerca a rezar a la misma hora, será el plan del pueblo. Las Tres Cruces, símbolo del pueblo y con más de 250 años a sus espaldas aguantando guerras y tempestades, erguidas, esbeltas, graníticas ellas y orgullosas, contemplando el paso de las generaciones.......sin que nadie haya consegudo derribarlas.

Mientras unos bebemos, otros se acomodan en sus habitaciones.
Llega la hora de la cena. En el comedor nos agrupamos y preparamos ilusionados el día siguiente. Mientras, dos botellas de vino dumeiro presiden la mesa a modo de rústicos candelabros. Las mismas botellas que presidieron el último día nuestra despedida y que si algún día volvemos ahí seguirán hasta valiente que las tratede domar, viendo impertérritas, junto a las cruces el pasar de los años y el avinagrar de su alcohol.

La hostelera empeñada nos sirve vino y nos habla de sus excelencias.

Líquido elemento contienen, de ello doy doy fe.
Vino lo llama ella.
Mucho llamar es.
Quizás alguna meiga en venganza lo mandó sellar,
Y los dos candelabros decidieron no dejarse dominar
por mucho que la hostelera nos los quisiera encalomar


Viernes 23

Desayunamos a las nueve, hora oficial para el resto de la semana. Torrente lava su coche que tenía una mota de polvo y sobre las diez u once nos ponemos en marcha al lugar de agrupamiento, la gasolinera, esquivando cada uno como buenamente puede a Ojo Taba y sus patatas y donde mientras echamos gasóleo el Torrente lava el coche por segunda verz que había pillado un mosquito en el parabrisas.
Hechas las oportunas compras de intendencia salimos de ruta hacia Portugal cogiendo la carretera de peaje, donde tenemos que esperar a Torrente que se quedó atrancado en la barrera y no encontraba el sistema de pago adecuado y que en un último intento con el cajero y al no aceptarle éste, la tarjeta de Sanitas, decidió pagar el importe del recorrido Pontevedra-Lisboa en un chulesco arrebato murciano de Murcia cuando el trayecto era de 6 km.


Nos cuesta mucho encontrar el Parque Grundig, punto de salida de la ruta. Cuando lo conseguimos, nos perdemos apropiadamente en la viñeta uno, por lo que decidimos saltarnos unas cuantas y llegar al siguiente pueblo.
A partir de aquí logramos enlazar una pequeña serie de viñetas de nuestros rutómetros de campo sin problemas. Entramos en zonas de polvo y eucaliptos, soñamos con superar una trialera y atacamos unas rampitas que nos entretienen el resto de la mañana entre aplausos, alborozos y jolgorios.
Nos acercamos a comer a un bonito río que yo conocía......pero lo habían quitado. Así que decidimos hacerlo en un bosquecillo cercano al río que ya no existía.
Después por carretera, nos acercamos a España y antes de cruzar la frontera echamos la tarde en una trialera que saldamos con algunos raspones en los coches, un cabestrante para el taller y el protector del carter del Sanchi para hacer chorizos a la brasa.

Sábado 24

Hoy toca playa.
Saludamos al OjoTaba y sus patatas, contemplamos las tres cruces, como siempre orgullosas y pretenciosas. Salimos a la gasolinera para que Torrente lave el coche y en marcha.
Llegamos a Bayona y desde aquí con dirección sur vamos buscando una playita en la que cojamos todos.
Por fin en una gasolinera “nos dan razón”, como dice nuestro amigo Torrente y antes de que se le ocurra lavar otra vez el coche salimos prestos.
Nos acomodamos en media playa para nosotros dejando el resto para los demás y pasar el día. En ella instalamos un par de toldos que llevamos bajo la atenta mirada del personal que ocupaba la otra mitad, y sacamos toda la intendencia de neveras, comida, sillas y mesas.
El Monstruo tenía calor, por lo que decidimos darle acomodo dentro del agua metiendo unos de nuestros toldos, silla y bebida. Ahí se quedó un rato en remojo recuperando su temperatura corporal mientras los demás disponíamos la comida en nuestra media playa.
Teníamos que dejar la playa a las seis, por lo que después del reposo nos fuimos a tomar unos cafelos y posteriormente emprendimos regreso.
Debido a unos despistes, nos separamos de vuelta al pazo y parte del grupo se fue en trasbordador a la ribera portuguesa del Miño y los demás por la ribera española. Nos agrupamos en la casa y rematamos el día preparándonos unos chuletones y de paso............. incendiar el pazo que se nos había encaprichado la cosa.

La cocina tenía una preciosa lareira o chimenea que el Sanchi llenó de leña.

Me considero amplio conocedor de fuegos. He preparado muchos en mi vida. Reflectantes, de pirámide, de consejo, paelleros y a voleo.......Hoy conocí el “tipo Casillas” (Ávila) que nunca, ni en mis peores sueños pude imaginar.

Éste, consiste mayormente en un fuego en el que se apila la leña que los gallegos recogen durante todo el invierno y que el cuarto día de la Novena entregan al primer castellano (Si es de Casillas mejor) que se presente para que se ase unas chuletas.

Éste, respetuoso, acepta el ofrecimiento y lo amolina. ¡Todo!
Posteriormente lo arrejunta y enciende.
Una vez encendido, el castellano al que le parece insuficiente que el fuego llegue al techo, solicita a la dueña del pazo la leña cortada por los gallegos la temporada antepasada. Toda, para que escatimar.
A continuación, cuando la casa echa a arder, prosigue la ceremonia con la entrega por parte de la dueña de la casa de un extintor que es recogido con sumo respeto por uno de los ayudantes del Castellano. El ayudante, en rápido y elegante caminar acerca el extintor a la zona de ritos.
Cuando el tejado prende y las bruxas son llamadas a consejo, y siempre antes de que la región eche a arder, sus ayudantes vacían el extintor en parsimoniosa posición dabajoparriba.
Posteriormente se tira la ensalada a la basura que ha quedado llena de cenizas y se cocinan las chuletas en la sartén al microondas.

Otros ayudantes armados de cubos inundan la cocina desde el tejado ytratando de extinguir el incendio antes de que lleguen los bomberos.

La sagrada ceremonia finaliza desmontando parte del tejado y apartando las tejas para que los espíritus que no sepan nadar escapen por él. Los demás espíritus, se les expulsa inundando con una manguera la cocina desde el tejado ante la atenta mirada de la dueña del Pazo, que con gesticulaciones, aspavientos y santiguaciones, expulsa a los espíritus y duendes que navegan por el agua de la cocina sacándolos al exterior con la fregona, donde el Monstruo (David el enorme) los pisotea y los envía al otro barrio.

(PINCHAR EN EL DIBUJO PARA VERLO EN TODO SU ESPLENDOR)

La dueña, sin salir aún de si,con sus brazos elevados y antes de atizarnos con la azada, lanza su fervorosa plegaria: (Leer con el respeto y entonación gallega pertinente)

¡Non voulváis duendeis y piruxeiros! (a nosotros)
Saluid du este pazu galegu y reuníus con voustros ancestros. (A nosotros y nuestros familiares)
Non suois benvenidus en uesta humailde posauda. (Vamos, que nos vallamos)
Fuora Fuora.
Regreusar al averno en ueste foego pourificador
cue el Castellanu au prepaurado. (Nuestro amigo el Sanchi)
Non Non, piroxuieros, Ojos Tabas y mundeiros.
Pereced en ueste fuago fatuo y sin vulvéis (Que nos vallamos a tomar por culo)
Invoucaré al Castellanu, cuao prestu voulverá a este Pazu Galegu
Y cuon sus auyidauntes ou expulsaurá con un nuovo y gourdo fuogo.

Luego, mientras nos cenamos las chuletas, la dueña recoge lo que queda de cocina y da parte al seguro.

Domingo 25

Por la mañana fuimos a ver como Torrente lavaba el coche y después estuvimos haciendo una ruta de la Jeep por unos bonitos caminos trialeros que terminaban en una romería.
Esquivando a los romeros llegamos a la carretera y como íbamos justos de hora para recoger a Marisa y Rocío que venían en avión y debíamos recogerlas en el aeropuerto de Vigo a las cinco, comimos en una bonita cuneta, con su ralla continua blanca y vistas al páramo, donde también preparamos las pancartas y eventos de bienvenida a las rezagadas del grupo.
Llegamos al aeropuerto a las cuatro y media, inflamos globos, sacamos las raquetas de saludo y nos dirigimos al pasillo de llegadas.


La Pepa, acertadamente, indicó a los niños que no movieran las palas hasta que el avión no hubiera aterrizado. Esto es debido a que pueden desconcertar al piloto y tomar tierra en posición equivocada, provocando algún accidente que en ningún caso deseamos. Una cosa es una juerga y otra muy distinta provocar una seria contingencia.
Entre cánticos y aspavientos hicimos tiempo hasta la llegada del avión.
Comunicamos al público en general que venía “una de Operación Triunfo”, con el fin de conseguir más extras, lo cual logramos y el público sacaba las cámaras para filmar a la Maru, que es una chiquita muy mona que echaron la primera del programa y por eso no es muy conocida.
La gente preguntaba ¿Quién es? ¿la Maru o el Manu?
¡Es la Maru! No es muy conocida por el nombre, pero en cuanto la vean seguro que la conocen.
Había movimiento de policía y guardia civil alertados por el jolgorio y las accidentales explosiones de globos que en un aeropuerto siempre alarma un poquito debido a “estos chicos” como dice el Arzallus.
Guardia civil y policía nacional dudan en intervenir, comentan entre ellos y sin perdernos de vista nos dejan proseguir.
Tenemos a la vista a la Maru en la recepción de equipajes. Empezamos a corearla, La Maru se encoge.
MARU MARU-MARU MARU.
El público se agolpa, la Maru va a salir.
Chemi y otro guía esperan con sus cartelitos a la Maru el primero y a sus clientes el otro.
El Chemi mola más, tiene un ramo de ortigas y flores silvestres.
Por fin sale la Maru, desplegamos el palio para acogerla bajo él.
Los flashes destellan, el público se pone de puntillas para conocer a la protagonista.
Ahí sale, ahí sale.
Comenta la gente. La policía abandona sus lugares de control y se acerca a conocer a la Maru.
¿Quién será la niña que le acompaña? ¿Está casada la Maru?
Es muy mona ella.

Nos dirigimos al pazo, esta noche toca fiesta de disfraces.
Estamos pletóricos e inspirados –unos más que otros- y lucimos nuestros disfraces cuan pavos reales, mirando de reojo al de al lado que no ha tenido ni por asomo la clase e inspiración del nuestro.
La Fina, la casera, no entiende nada.
Nuestros vecinos los valencianos se hacen cruces. ¡Esto no nos puede estar pasando a nosotros! ¿Quiénes son estos descerebrados?
¿Son ustedes familia?
No, somos amigos.
¿Y como se ponen de acuerdo todos para hacer lo mismo? Nosotros cuando salimos con otro matrimonio siempre acabamos discutiendo.
Los otros vecinos, los Ingleses de Inglaterra, tampoco dan crédito.
Good Afternoon, ¿Es la hora del tí?
Oh, Good Good ¡Estos Celtas están todos locos!
El Topo a partir de aquí es rebautizado con el nombre de Joker. Joki para los amigos, debido a su facilidad de adaptación a donde se le mande a dormir.
A partir de este día, como fue expulsado de la habitación de Esparteros, solicitó permiso en la habitación de los niños, donde quedaba una cuna libre, si cuna, digo bien. Las camas ya estaban pedidas.


Aquí solo fue aceptado una noche, puesto que los niños preferían a Chemi antes que a Joki, así que deambuló de catre en catre todo el viaje y los días que no era de nuestro gusto su compañía, le acomodábamos en la plaza del pueblo. Frente a las todavía tres cruces. ...erguidas ellas.

Lunes 26

Ruta desde Bayona.
Por acantilados, con unas espléndidas vistas del Atlántico, recorrimos unos kilómetros hasta acabar en un pinar donde comimos y sesteamos.
La ruta la había hecho un chaval con mejor voluntad que técnica y al final con nuestra ayuda, consiguió perdernos. Rehicimos varias veces las viñetas dudosas y ante nuestra incapacidad, decidimos darle aire a la ruta y volvernos a casa.
Llegamos al pazo y nos fuimos a tomar unos vinos al Ojo Taba, donde conocimos al tiesto, un señor que cada día le sentaba la dueña del bar en un sitio distinto y que donde lo ponía, ahí se quedaba mirando el ambiente.
Este día es muy significativo para el pueblo. Pues una de las cruces, la central, finalizó su existencia. 250 años son muchos y ya estaba cansada, por lo que el Tato, mi terrorífico hijo, se encargó de darle mejor acomodo al trepar por ella y partirla en dos dando un nuevo y rejuvenecido aire a la plaza, que con dos cruces y media siguió presidiendo las ceremonias del pueblo en la Novena.
Hubo varias ideas al respecto inspirados en la película de “Mister Been” para ver si conseguíamos hacer pasar desapercibido al pueblo el suceso y que no notasen los nuevos cambios en la plaza, como suplir el brazo caído por una escoba. Finalmente convinimos que la mejor solución era explicarle al cura al día siguiente lo sucedido.
El Tato aseguró, que esta vez no lo había hecho con intención, pues solo quería escalar. Y prometió comprar “las bolsitas de comida” del Vips para los niños necesitados con el fin de redimir su inadecuado comportamiento.

Y así terminó la historia de las 3 cruces que daban nombre a la casa y al pueblo, esas 3 cruces erguidas y orgullosas ellas, inmunes a vientos y tormentas a través de las décadas.

Martes 27

Salimos hacia Cambados dejando Dos cruces y media atrás y dando un paseo nos acercamos a la iglesia de Santa Mariña del siglo XV donde atamos a mi hijo antes de entrar y visitamos su cementerio donde hay una placa que indica que es digno de destacar en esta iglesia de marcado estilo marinero, una escultura de la virgen embarazada porque barriga tenía y otras efigies que rodean la iglesia. Y entre ellas, en la parte central de un arco románico, llama curiosamente la atención, una del Sanchi. El Manchego pirómano de Casillas.


Luego nos tomamos un aperitivo y salimos hacia la isla de Arousa, donde en un chiringuito negociamos con el dueño que él ponía el pulpo y la bebida y nosotros el resto de la comida.
También pasamos por el “Hogar”. “El Hogar” también llamado “la Destilería”, es el lugar sagrado donde todo peregrino aventurero no debe nunca de dejar de ir una vez en la vida, salvo que se desee no percibir nunca más los aromas y vapores de nuestro credo y guía, de nuestro altar marinero, de nuestro motivo de vida y esperanza. La sede de nuestro más preciado bien, nuestra Cruz del Sur. EL ORUJO.

No es de bien nacidos ser desagradecidos y sin nuestra plegaria y agradecimiento a nuestro mentor, no debemos seguir travesía.
“Ave Orujo, larga vida”.
Varias plegarias más en reverente oración continuaron y así aseguramos nuestra alegría y diversión para los próximos años protegidos por Él.

La plegaria

AVE ORUJETE, TUYOS SOMOS MAJETE.
CUÍDANOS Y PROTÉGENOS,
DIVIÉRTENOS Y ÚNENOS.
PERO SOBRE TODO ORUJETE,
CUANDO REPARTIDO EN NUESTROS GAZNATES ESTÉS.
HAZNOS PLEGAR EN LÍNEA RECTA HASTA NUESTROS CATRES,
SIN ERRORES NI DOLORES,
SIN ENFADOS NI RESQUEMORES.
Y QUE AL DÍA SIGUIENTE, ORUJETE,
CON TUS VAPORES EN NUESTROS EXTERTORES,
NOS INDIQUES EL CAMINO Y LA VIÑETA SIGUIENTE,
QUE ÚLTIMAMENTE ORUJETE
NO NOS ENGAÑEMOS
NOS LO PONES CRUDO, CABRONCETE

De vuelta a casa, en el patio del pazo estuvimos haciendo actuaciones varias y actividades campamentales, ante el regocijo de los presentes.

Miércoles 28 Día de vuelta. Acabamos viaje, desatamos a mi hijo y cada mochuelo a su olivo no sin antes despedirnos apropiada y efusivamente con abrazos, cánticos y carantoñas. Adioooooos.

1 comentario:

  1. los coches son mui buenos pero con lo que habeis echo seguramente se han quedao echo polvos

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