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sábado, 2 de julio de 2016

La provincia 53


La número 53, tan provincia como las demás, formada por Saguía el Hamrá al norte y Río de Oro al sur y bajo protectorado (protección) español hasta 1.975, no fue defendida, tampoco devuelta a sus habitantes o descolonizada, fue abandonada o dicho de otro modo, nos fuimos de najas.

Los españoles que allí vivían y que hoy todavía muchos de ellos muestran orgullosos, aunque tristes, su D.N.I., fueron abandonados a su suerte y repartidos sus territorios y viviendas entre Mauritania y Marruecos, anexionándose estos, con la aquiescencia de España, el territorio saharaui que ésta abandonó.

A los Mauritanos les duró poco la “casita del Monópoly”, perdieron la guerra contra los habitantes del Sahara y lo cedieron, pero Marruecos se anexionó también los terrenos que en la guerra contra el frente Polisario perdió Mauritania.

Marruecos, con la financiación de los de siempre, los EEUU, además de Francia y de Arabia, construyó un muro de más de 2.500 km. (Google map 39º49´23´´N-14º24´57´´O) para aislar a los saharauis en una franja limítrofe con Mauritania y Argelia, lo sembró de millones de minas, que ahí siguen, y con decenas de miles de militares que vigilan, con armamento vendido por Francia y España, el muro, por lo que los Saharauis se ven obligados a vivir en campos de refugiados al oeste de Argelia, en Tinduf, donde malviven 200.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, mientras los hombres siguen en los territorios liberados, preparados para la guerra, una guerra hoy en vigor, y ahora con un alto el fuego desde 1.991, esperando un acordado referéndum que Marruecos no aceptará nunca, y es por esto, por lo que desde la Marcha Verde donde el rey Hassan II interpuso a mujeres y niños frente a las tropas españolas, ha estado inyectando en las ciudades ocupadas a ciudadanos marroquíes, (350.000 civiles y 30.000 militares) que instala a vivir allí prometiéndoles trabajo seguro con el fin de subir el censo marroquí, con lo que se ha conseguido desestabilizar el padrón y que ahora sea en algunas poblaciones del 90% de marroquíes con respecto a sus naturales habitantes y por tanto, frustrando las intenciones de los Saharauis de conseguir un refrendo con el censo de 1.974 que es lo que pretenden.

Solo una tercera parte del Sahara, unos 100.000 km2 está liberado y en manos del frente Polisario, la superficie mas yerma, donde el único botín es la arena. Marruecos ocupa la parte más fértil, la que tiene la pesca, los fosfatos y los pozos de petróleo que los americanos vacían, dejando para los naturales habitantes de esas tierras las minas, minas que 20 personas, desde 2.006 por poco más de 300 euros al mes se la juegan desactivándolas con un buscador de metales y una pala de jardinería.

Sobre Marruecos nada que objetar, su rey, Hassan II antes y su hijo Mohamed VI ahora, equivocados o no, miran por su pueblo y lo mejor para éste, es normal, pero España, si tuviera un mínimo de vergüenza, asumiría sus responsabilidades para finalizar la descolonización interrumpida -hoy abandono-, de la provincia 53 del Estado Español, se implicaría más, por decencia, y aliviaría la cobarde actitud de aquel gobierno, que no supo defender a nivel político –el ejército si estaba preparado-lo que tenía encomendado, la protección de nuestro territorio.

Colmo de vergüenza también, la de los siguientes gobiernos hasta hoy, que miran hacia otro lado, mientras nuestro Protectorado, que era algo más que arena, mucho más, eran sus gentes que estaban bajo nuestra protección y muchas con D.N.I. otorgado por nuestro Estado, quedaron a la deriva y fueron perseguidos y bombardeados, arrinconando a los que se salvaron en Tinduf, ante nuestra cobardía antes, y pasividad e indiferencia ahora.

Algún día nuestros hijos avergonzados leerán en los libros de estudio lo que hoy se disimula, como su país, ese país del que les dicen que se tienen que sentir orgullosos, no supo ni quiso defender lo que un día se anexionó y prometió proteger, y otro día, sin más, abandonó a su suerte.

El 2 de noviembre de 1.975, Juan Carlos I visitó El Aaiún para tranquilizar tanto a los militares como a los saharauis: “España saldrá de este lance con honor”....dijo.

...¿Qué honor?

Ésta frase del Rey Juan Carlos junto a la de Felipe González en Tinduf en 1976: "Estaremos con vosotros hasta la victoria final" quedará en la memoria y archivo de quienes la escucharon, y en el olvido e indiferencia de quienes las pronunciaron.

Tenemos una deuda con el pueblo saharaui que ninguno queremos atender y que para nada trata de traer niños en verano a convivir con familias españolas, colmarles de regalos, buena comida, piscina, cine, nuevos “hermanitos”, zapatillas “NIKE”….. para luego, después de haberles desbordado y saciado de nuestro materialismo, devolverlos a su infierno.

Ahora, el orgullo de ser español se tiene porque 23 multimillonarios den empujones a una pelota con más salero que el resto del mundo......

A algunos el orgullo, el de ser español, hace tiempo que se nos quedó en el camino.

¡Viva la Roja! Es de lo poquito que nos va quedando....que triste. 
CARNÉ DE IDENTIDAD DE UNA PERSONA PERTENECIENTE A LA PROVINCIA 53 DEL ESTADO ESPAÑOL Y BAJO NUESTRA PROTECCIÓN Y ABANDONADA A SU SUERTE POR NUESTRO GOBIERNO.

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