-NO TE PREGUNTES SI ERES FELIZ, PREGÚNTATE SI HACES FELICES A QUIENES TE RODEAN.

domingo, 25 de junio de 2017

Quinta entrega, los grandes raids



Actividades y elocuencias durante la travesía


Es el momento de ponerse en marcha. Eludiendo a los vendedores ambulantes se tratará de llegar al vehículo. Una vez conseguido, para lo que inevitablemente habrá que adquirir varios llaveros de camellos y pulseras de plata de las que cagó la gata, debemos dirigirnos a cargar combustible. En Marruecos un depósito viene a durar entre 450 y 650 kilómetros de recorrido, al contrario que en la península que tan solo tendremos para poco más de medio millar de kilómetros.
Berebere del Antiatlas, a la derecha su esposa.
 Las etapas en África son duras. El anochecer será el protagonista de nuestras llegadas. Por fin agotados y si todo ha ido según lo planeado estaremos en las puertas del desierto una vez atravesado el Atlas.

Es hora de acampar, ahora es el momento de poner en práctica todas las actividades preparadas en casa y que tantas satisfacciones nos van a dar en las estrelladas noches del desierto.

Se puede empezar con el escondite inglés. Continuaremos si nos quedan ganas con pies quietos o si encontramos en el desierto alguna pared podemos jugar a “Dólar,” donde unos saltan a los lomos de otros y sin que te vean les dices: Manga, media manga o manga entera. Si el montado acierta, se vuelve a poner y otra vez se salta sobre él. Si por el contrario falla, la vuelve a ligar por ignorante y todos se suben encima de él hasta que le aplasten. 
Hayedo de Montejo de la Sierra
Luego para los chicos se puede jugar un rato a pídola, a las gomas, la tricotosa o con el Dulcito, ese entrañable muñeco de nuestra niñez.

Una vez finalizados los juegos es el momento de tomar un 103 o en su defecto un Brandy para pasar estas frías noches toledanas.

Una comisión se puede ir a buscar un bosque cercano y proveerse de leña. En el desierto son abundantes los encinares y los bosques de castaños. También hay acacias, pero estas normalmente se utilizan para pinchar las ruedas de los coches, claro está, en el caso de que llevemos coches, porque si no se da esta circunstancia, no habrá nada que pinchar.

A la mañana siguiente, si no hay prisa se puede seguir con las actividades, como son montar el campamento y las tiendas de campaña para pasar el día que se avecina.

A esto le dedicaremos un capítulo especial en “supervivencia y sus patologías”.

 
Oaisis en las proximidades de Oum Jrane /Salamanca)


En cuanto a las elocuencias, nada más gratificante en las sombrías etapas del desierto que una buena emisora de 27 megaberzios, más resolutivas y de mayor alcance que las de “2 metros” pues para eso es mejor decirlo uno frente a otro.

Conviene advertir que en los pasos fronterizos y en los controles policiales se deben esconder las emisoras o si esto no es posible, al menos ocultarlas.

Esto es debido a que está prohibido el manejo de estos altramujos en territorio marroquí, debido a que está prohibido.

No obstante si fuese localizada alguna de las emisoras lo mejor es decir que se trata de una emisora de radiofrecuencia para la comunicación entre radioaficionados. Normalmente no se dan cuenta de que es una emisora y te permiten su paso, eso sí, siempre que no te la vean, porque si lo hiciesen te la quitarían debido a que está prohibido el paso de emisoras en territorio marroquí.

Las emisoras funcionan mediante dos botones. El botón uno es para que funcione y el dos para que se oiga. Si hay interferencias, dispone de un segundo botón “el Pascuel”, si oyes brrrrggggggg, le giras en el sentido de las agujas del reloj y la interferencia se para drásticamente.

Conviene advertir de la prohibición de estos elementos de comunicación en Marruecos.

Las elocuencias también pueden ser a gritos, esto es, a voces. Para ello se gira la palanquita con asilla en forma de tronco de cono en movimientos rotatorios y una vez bajado el vidrio y puesto en perpendicular al coche advertido –el que habla es el coche advertidor- se lanza una voz seca y concisa, por ejemplo YEEEEEEEH, a lo que el advertido contesta QUIAAAAAAAAÁ, en este preciso momento se inicia el diálogo.
Próxima entrega el avance del vehículo y sus circunstancias. (PARTE I)

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